Fuerte reclamo pampeano por la Ruta 5: solo anuncian un nuevo peaje y ninguna mejora

El Gobierno de La Pampa participó este jueves de la audiencia pública realizada en Junín por el plan nacional de concesiones viales y denunció que, para los próximos 20 años, el único cambio previsto en la Ruta Nacional 5 dentro del territorio pampeano será la instalación de una cabina de peaje en Lonquimay. Ni una […]

El Gobierno de La Pampa participó este jueves de la audiencia pública realizada en Junín por el plan nacional de concesiones viales y denunció que, para los próximos 20 años, el único cambio previsto en la Ruta Nacional 5 dentro del territorio pampeano será la instalación de una cabina de peaje en Lonquimay. Ni una sola obra estructural figura entre las proyecciones de Vialidad Nacional.

El ministro de Obras y Servicios Públicos, Alfredo Intronati, y el presidente de Vialidad Provincial, Rodrigo Cadenas, representaron a la provincia y expusieron el malestar por la exclusión de mejoras sustanciales en el tramo pampeano de la Ruta 5. “La ruta mantendrá las mismas condiciones que tiene hoy, iguales a las de hace 35 años. Es inadmisible que, tras más de medio siglo de cobro de peajes, no haya avances reales”, cuestionó Intronati.

La instalación del nuevo peaje está prevista en el kilómetro 535, a la altura de Lonquimay, pero el funcionario remarcó que no se contempla ninguna intervención que justifique el cobro. “Más allá de algunas tareas rutinarias de repavimentación, no hay ninguna obra importante para La Pampa”, denunció.

Una propuesta alternativa

El ministro recordó que el gobernador Sergio Ziliotto ya presentó en enero un pedido formal al ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, solicitando el traspaso de diversas rutas nacionales, incluida la Ruta 5, al ámbito provincial, para que La Pampa pueda hacerse cargo de su gestión, incluso a través de concesión a terceros.

“La red vial nacional en nuestra provincia presenta tramos abandonados que necesitan intervenciones urgentes para recuperar la seguridad y funcionalidad”, explicó Intronati. Además, advirtió que el tránsito pesado hacia Vaca Muerta —que debería circular por rutas nacionales— termina deteriorando las rutas provinciales por el abandono de las vías principales. “Ese tránsito no deja ningún beneficio para los pampeanos”, señaló.

Entre las principales demandas, la provincia solicita:

• Ampliación de la capacidad vial entre Santa Rosa y la intersección con la Ruta Provincial 7.

• Reacondicionamiento de banquinas en todo el tramo pampeano.

• Construcción de una variante de tránsito pesado que una las rutas 5 y 35, mitigando además problemas hidráulicos en el Bajo Giuliani.

El reclamo ciudadano se hizo sentir

Durante la audiencia también expusieron vecinos autoconvocados de La Pampa y Buenos Aires, organizaciones no gubernamentales y referentes del reclamo por la Autovía 5. El malestar fue generalizado: el plan de Nación solo prevé un peaje y ningún tipo de obra que mejore las condiciones actuales.

“Esperábamos otra cosa. El pliego de licitación es más de lo mismo, no resuelve nada”, expresó con firmeza Sergio Romero, vecino de Santa Rosa, quien denunció que “el riesgo de choques frontales es real y continuo”.

Romero detalló que la ruta 5 soporta un tránsito intenso de camiones vinculados a la actividad de Vaca Muerta y del corredor agroexportador, sumado al tránsito turístico que cruza hacia el sur del país. “Contamos entre cinco y siete camiones de arena por hora, y lo mismo de caños. Además, pasan camiones brasileños que buscan frutas al Alto Valle. Nuestra ruta está colapsada y sin mantenimiento”.

El vecino también hizo referencia a la movilización ciudadana: “Tenemos 35 mil firmas que nos avalan. No queremos más estrellas amarillas en la ruta. Hace 60 años que esperamos mejoras, ¿vamos a esperar otros 20 más?”, concluyó entre aplausos del público presente.

Sin respuesta de Nación

Hasta el momento, el gobierno nacional no dio respuesta al pedido de traspaso ni contempló modificaciones en el pliego licitatorio. Desde La Pampa reiteraron su disposición a trabajar en conjunto, pero advirtieron que no están dispuestos a aceptar otro ciclo de abandono disfrazado de concesión.