La información es oficial y fue brindada por la Dirección del Hospital Gobernador Centeno. Corresponde al último parte médico entregado este viernes al mediodía. La Justicia confirmó como se inició el incendio.
Santiago Bourges, el hombre que resultó seriamente afectado por inhalación de humo del incendio que se produjo ayer miércoles por la mañana en un comercio del centro de General Pico, sigue en grave estado y con pronóstico reservado.
La información fue confirmada por la Dirección del Hospital Gobernador Centeno en donde se encuentra internado desde hace unas 48 horas.
El comerciante tiene “quemaduras en las vías superiores producto de la inhalación del humo” que había en el lugar cuando se desató el incendio.
El último parte médico, entregado este jueves al mediodía, indica que el paciente “continúa en Servicio de Unidad de Terapia Intensiva, con Asistencia Respiratoria Mecánica, Hemodinámicamente Estable” y se mantiene “con pronóstico reservado”.
A propósito del hecho acontecido el miércoles a la mañana, se supo finalmente lo que provocó el incendio en el comercio céntrico y fue una falla en un tablero eléctrico.
El fiscal Guillermo Komarofky señaló que “el panel de control que originó las llamas tendría ya muchos años instalado en el primer piso del edificio, ya que sería el mismo que se colocó cuando el Banco Francés construyó su sede en la esquina de calles 17 y 20”.
Komarofky ya recogió algunos testimonios y reconstruyó hasta el momento que “el edificio cuenta con tres plantas. La mujer que atendía el local, alrededor de las 10:30 de la mañana ve que se le apagó la computadora y se cortaba la electricidad, por eso llamó por teléfono al suegro -y dueño del fondo de comercio- para explicarle. Cortó con el suegro y ya empezó a sentir olor a quemado y por eso llamó a su pareja, que estaba en el departamento que ambos ocupaban en el segundo piso”.
Y agregó que “este muchacho bajó al depósito del primer piso y se vio acorralado por la cantidad de humo”. En ese momento, Bourges subió nuevamente al segundo piso y allí comenzó a gritar por ayuda desde una de las ventanas que dan a la calle 17, llegó a sacar una de las ventanas y la arrojó a la vereda mientras pedía auxilio desesperadamente, hasta que vecinos se acercaron con una escalera extensible, que no llegaba hasta la ventana, por lo que entre varias personas la elevaron hasta permitirle al hombre descender por la misma”.