Silvina Cappello, mamá de Agustina Fernández, se comunicó con diferentes medios locales y contó como esta viviendo y que cree que paso con su hija que fue asesinada hace una semana en un supuesto robo en la ciudad de Cipolletti.
Silvina se mostro dudosa de la situación y no acusa concretamente a ningún sospechoso de los hechos pero de lo que si se encuentra segura es que no fue solo un robo. Para ella había otras intenciones en la brutal paliza que sufrió su hija. Cree que la cantidad de golpees y la ensaña no se corresponden con la defensa a un robo de dos celulares, plata y un bolso de ropa.
“Cada uno va leyendo diferentes versiones. Soy la mamá, acá no fue un robo, no necesito escuchar ni leer. Siempre le dijimos que si le sacaban el celular no se resistiera. Fueron a matarla, le dieron con todo”, dijo.
Con respecto a las sospechas de su vecino y habitante del departamento donde ocurrieron los hechos, Pablo Parra, ella no lo descarta como el autor material o intelectual de los hechos. De la versión de los hechos de Parra, Silvina dijo lo siguiente: “No te vas una hora sin celular. Yo no le voy a decir a los investigadores qué tienen que preguntar pero está más claro que el agua. Yo salgo con el celular. Tenes disponibilidad en todos lados para enchufar. Hay cosas que no me cierran”.
“Yo lo primero que hubiera hecho es gritar y pedir ayuda, y después que la policía me diga si faltó algo. Le importó más lo material que ella convulsionando. Eso me rompió el alma, que la encontraron convulsionando. Él me llamó, 9 menos diez, frío, diciéndome que la habían asaltado en el departamento de él”, agregó.
Sobre la relación con su vecino
Capello esta completamente segura que la relación que tenía Agustina con su vecino, Pablo Parra, era de amistad e indicó que ella sabía de que se estaba viendo con otra persona.
“No tenía novio, pero tenía relaciones con alguien, no quería nada serio. Yo entré al departamento, ella tuvo relaciones el viernes o el sábado con alguien. Yo soy la mamá, abrí su billetera, su cartera. Ella bajó solo con las llaves, dejó las cortinas abiertas, como que volvía, estaba de par en par, ella iba a volver. No sé si se iban a volver a juntarse a comer con su vecino”, explicó.
Con relación a su vida amorosa le pidió a las amigas que brinden información porque considera que puede haber información privada que a ella como madre no le correspondería saber pero que las amigas si podrían estar al tanto.
Tampoco descarta una hipótesis de “celosos”.
“Yo quiero ser la voz de mi hija”
En nota con “El Diario de La Pampa”, Silvina expresó “Yo quiero ser la voz de mi hija, esto pasó de ser un robo, a un crimen, que ya no tiene nombre. Esto no puede seguir pasando”.
Con la voz quebrada también hizo mención al presente que vivía Agustina antes del horroroso hecho. “Le estaba yendo bien, había hecho un avance, era introvertida, le costaba socializar”.
En cuanto al identikit solicitó la colaboración con cualquier información.
“Para mí ya se recibió de médica”
Silvina contó que Agustina le había indicado que quería donar sus órganos cuando fueron a realizar el carnet de conducir. “‘Yo voy a donar los órganos. Yo voy a salvar vidas'”, le había expresado a su madre.
“A mí me partió al medio ver todo el despliegue. La aplaudimos cuando se iba para quirófano. Para mí ya se recibió de médica. Para mí fue un orgullo, era muy querida por la familia, para mí ya cumplió o el sueño de ser doctora y ayudar. Yo no tendría la valentía”, finalizó.