La búsqueda de Jacobo Neufeld y sus hijos Ana (16) y David (20), integrantes de la colonia menonita Nueva Esperanza de Guatraché recientemente asentada en General Conesa, terminó ayer con el peor desenlace: los tres fueron encontrados muertos a la vera del río Negro, luego de tres días de rastrillajes.

Durante la mañana, la Policía de Río Negro confirmó el hallazgo de los cuerpos de Jacobo y Ana. Horas más tarde, se encontró el cuerpo del joven de 20 años. Según publicó Diario Río Negro, los restos de los tres familiares fueron entregados a los allegados, ya que los peritajes iniciales no revelaron indicios de criminalidad. Los cuerpos de Jacobo y Ana fueron trasladados en un vehículo fúnebre hacia Guatraché, mientras que en el caso de David se decidió no realizar autopsia.

La desaparición había sido denunciada el domingo por la tarde en la Comisaría Nº 20 de General Conesa. La familia se encontraba en el campo “La Asunción”, ubicado sobre Ruta 53, cuando los tres ingresaron al río y fueron arrastrados por la corriente. El parte policial detalló que se activó de inmediato un operativo conjunto con brigada rural, Prefectura, Bomberos y familiares.

Los primeros rastrillajes no dieron resultados, por lo que la fiscal de turno, Maricel Viotti, ordenó ampliar las acciones: declaraciones a testigos, uso de drones por parte de Criminalística de Viedma y búsquedas dentro del cauce con Bomberos. El lunes continuaron los trabajos, pero fueron suspendidos al atardecer sin novedades. Ayer, con un despliegue reforzado, se concretaron los hallazgos.

La tragedia conmociona a la colonia menonita Nueva Esperanza, que había comenzado a instalarse en esa zona rural de General Conesa con el objetivo de desarrollar una nueva comunidad. El campo donde residía la familia cuenta con dos viviendas: una en construcción y otra donde vivían Jacobo y sus hijos.

Pedro, yerno de Jacobo, relató a Diario Río Negro que habían viajado juntos para pasar el fin de semana largo y conocer la zona en la que planeaban asentarse. Contó que el calor los llevó a acercarse al río y mojarse los pies. Ana ingresó confiada hasta que perdió pie y pidió ayuda. David se arrojó para socorrerla y enseguida la corriente lo arrastró; detrás de él se lanzó Jacobo. “Los vi cómo se los llevaba el río. Nadaban, aparecían las cabezas, las brazadas, y después desaparecieron”, recordó, visiblemente conmocionado.

La comunidad de Guatraché y General Conesa permanece consternada por la tragedia que terminó con la vida de tres integrantes de una familia que recién iniciaba su radicación en la zona.