El ministro de Obras y Servicios Públicos de La Pampa, Alfredo Intronatti, advirtió sobre las consecuencias del nuevo esquema de concesión de rutas que impulsa el gobierno nacional, el cual incluye la instalación de una cabina de peaje en la localidad de Lonquimay. La medida, afirmó, se enmarca en un proceso que busca desfinanciar y desmantelar progresivamente a la Dirección Nacional de Vialidad.
Durante una actividad junto a trabajadores del organismo, Intronatti expresó su respaldo al reclamo gremial y alertó sobre el futuro de las rutas nacionales que atraviesan la provincia. “Estamos acompañando a los trabajadores, pero muy preocupados por la intención de concesionar tramos sin obras significativas. No hay autovías, ni tercer carril, ni mejoras estructurales. Sólo una repavimentación superficial”, explicó.
Una repavimentación de “maquillaje”
Según el ministro, los pliegos de licitación presentados por Nación proponen una capa asfáltica de apenas tres centímetros de espesor, con un plazo de mantenimiento de cinco años, lo cual calificó como “un maquillaje” en rutas fundamentales como la 5 y la 188.
“La intervención prevista es mínima, sin inversiones de fondo, sin soluciones estructurales, y con una durabilidad muy limitada. El resto de las rutas nacionales, como la 151, 152 o la 35, directamente no están contempladas”, remarcó.
Peaje en Lonquimay sin mejoras
Uno de los puntos que generó mayor rechazo es la incorporación de un nuevo peaje en la localidad de Lonquimay. “Pretenden instalar una cabina de cobro sin que haya una sola mejora en la infraestructura. No solo no se invierte, sino que se pretende cobrar por un servicio que no se presta. Es incomprensible y sumamente preocupante”, denunció Intronatti.
Impacto en las rutas provinciales
El ministro también se refirió al uso intensivo que están sufriendo las rutas provinciales debido al mal estado de las nacionales. “Las rutas de jurisdicción provincial no fueron diseñadas para soportar el nivel de tránsito pesado que tienen las nacionales. La falta de mantenimiento genera un desvío masivo hacia corredores como la Ruta Provincial 1, la 18 y la 35, lo que acelera su deterioro”, advirtió.
Frente a este panorama, el gobierno provincial trabaja con Vialidad Provincial para reforzar los trabajos de mantenimiento, aunque reconoce que la situación excede las capacidades propias.
“La infraestructura de las rutas provinciales es diferente, más angosta y con otra resistencia estructural. La carga que deberían absorber las nacionales ahora la soportan las nuestras, y eso es insostenible”, concluyó Intronatti.