Juicio por el femicidio de Agustina Fernández: “Parra en ningún momento pregunto por ella”

Este jueves se realizó la cuarta audiencia del juicio por el femicidio de Agustina Fernández, la joven pampeana asesinada en Cipolletti. Uno de los testimonios más fuertes de la jornada fue el de Mariana Huircal, la primer policía en ingresar a la escena del crimen y constatar que aún estaba con vida. Sostuvo que Parra […]

Este jueves se realizó la cuarta audiencia del juicio por el femicidio de Agustina Fernández, la joven pampeana asesinada en Cipolletti. Uno de los testimonios más fuertes de la jornada fue el de Mariana Huircal, la primer policía en ingresar a la escena del crimen y constatar que aún estaba con vida. Sostuvo que Parra “en ningún momento preguntó por Agustina”.

La agente de Policía con 14 años de trabajo en la Comisaría 24 brindó un detallado y emotivo testimonio ante el jurado. Fue la primera en ingresar a la escena del crimen porque estaban haciendo una recorrida de rutina junto a un compañero, según informó La Mañana de Neuquén.

Huircal relató que hubo un aviso por radio que alertaba sobre “una mujer sin vida en calle Confluencia y Venezuela”. Afirmó ante el jurado que llegaron al lugar en pocos minutos. Mientras buscaban el complejo de departamentos vieron a un hombre que les hacía señas; se acercaron y los condujo al patio interno.

Se trataba de Adrián Monge, vecino al que Parra le pidió ayuda porque le habían robado. Les dijo que ingresen al departamento, creyendo que Agustina estaba muerta. La mujer contó que entró y se quebró en llanto. Dijo, luego, que en el departamento se encontraban Parra y “Agustina, tirada. Lo primero que veo es su cabeza, desfigurada”.

Acto seguido, le tomó el pulso a la joven para certificar si estaba sin vida, y descubrió que tenía pulso “muy débil”. Según su testimonio, le gritó a su compañero que “notifique QRQ -código radial policial para solicitar urgente una ambulancia- y él salió corriendo”.

Mientras esperaban la ambulancia, sostuvo que Parra estaba en una habitación y repetía que le habían robado. “Caminaba por el pasillo y decía que le robaron, que se llevaron los dos celulares y plata. Solo decía que le habían robado”.

Huircal estuvo junto a Agustina hasta que llegó la ambulancia. “Me arrodillé y le tomé su mano, le hablaba. No sé si me escuchaba. Fue feo porque tengo un hijo de su edad. Esperaba que reaccionara. En un momento empezó a convulsionar”, contó entre lágrimas.

Al llegar la unidad, ingresó una médica. “Le comenté lo sucedido, como hacemos siempre y ella agarró su cuello y la enderezó. Pidió que ingresaran urgente con la camilla porque tenía fractura de cráneo”, contó.

Rememoró que el camillero y el chofer de la ambulancia asistieron a la médica y rápidamente partieron al hospital. Mientras tanto, la agente se quedó en el departamento.

Robo

La testigo afirmó que no hizo mucho más porque cuando partió la ambulancia ya había arribado el “encargado de calle” de la comisaría, quien quedó a cargo del operativo.

Sostuvo que no habló con Parra, pero que él si le hablaba a ella. “Decía que le habían entrado a robar y por dónde habían entrado. Y se fue al patio”.

Recordó que “en ningún momento mencionó a Agustina, ni preguntó por ella. Ni pidió la ambulancia. Era una persona que estaba solo preguntaba por el robo”. Según Huircal, Parra sólo se refirió a Agustina para preguntar “si estaba viva”

Sostuvo que la escena la impactó, más allá de su experiencia y su formación. “Para mí fue feo, aunque no puedo demostrar mi debilidad. Pero, cuando la miraba a ella pensaba ‘puede ser mi hijo’ y por qué tanta crueldad, para robar dos celulares”.

Preguntas de la Defensa

El abogado defensor de Pablo Parra, Juan Manuel Coto, le pidió detalles a la oficial sobre su relato y lo que vio en la escena del crimen de Agustina mientras Parra denunciaba que le habían robado.

Preguntó, por ejemplo, si recordaba haber visto heridas en las manos o rostro del acusado, o si su ropa estaba manchada. Huircal respondió que no le vio las manos y no recordaba cómo estaba vestido, pero sí pudo afirmar que no tenía la cara lastimada.

Detalló que Parra estaba “cerca” y que “lo vio de frente”. Ante repreguntas que surgieron, expresó que “los agresores 3040 (violencia de género) suelen quedarse en el lugar”.