En los últimos tres años Argentina logró un desarrollo significativo en cuanto a conectividad rural a través de políticas públicas y acciones llevadas a cabo, lo que permitió que más de un millón de personas accedan a internet en sus hogares o mejoren su conexión. Sin embargo, este aumento “no ha sido uniforme en todas las provincias” por lo que “aún existen brechas por cerrar”, según un estudio presentado este mes por el IICA.
Entre 2020 y 2022, el desarrollo de conectividad rural en el país amplió el alcance de señal, lo que permitió que más de un millón de personas accedan a una mayor conectividad o mejore su calidad, no obstante, el aumento no se dio homogéneamente en las provincias y aún quedan brechas por achicar, afirmó el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Según el relevamiento realizado entre todas las provincias del país, La Pampa tiene una cobertura del 62,9%, lo que representa “valores intermedios” entre las del centro del país. Está cerca de los números de Neuquén y por encima de San Juan.
Entre 2020 y 2022, el desarrollo de conectividad rural en el país amplió el alcance de señal, lo que permitió que más de un millón de personas accedan a una mayor conectividad o mejore su calidad, no obstante, el aumento no se dio homogéneamente en las provincias y aún quedan brechas por achicar, afirmó el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Durante los últimos años la conectividad rural se convirtió en un servicio fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas que viven en el campo, además, la conexión a internet favorece la modernización del sector agrícola y potencia la bioeconomía, generando nuevas oportunidades de empleo y desarrollo económico.
“En 2020, el 65% de la población rural de Argentina -unas 2,3 millones de personas- no accedía a una conectividad significativa y en las mediciones de 2022 se registra un crecimiento en el acceso cercano al 30% que impacta en más de un millón de personas. Pese a esta mejora aún resta un amplio recorrido para lograr la conectividad plena”, sostiene el informe.
En este sentido, el IICA junto con instituciones públicas y privadas trabajan de manera constante para promover la implementación de políticas y programas que brinden soluciones a las necesidades de conectividad rural en el país, además, el trabajo articulado entre actores del sector ha impulsado la adopción de tecnologías y herramientas que permiten acceder a internet en zonas de difícil acceso, contribuyendo así a reducir la brecha digital.
Por est razón, la consultora del IICA, Sandra Ziegler, señaló que el relevamiento realizado en el país cuenta con datos actualizados del Censo 2022, que resultan “claves” para abordar las problemáticas que tienen muchos productores.
“Este informe constata una serie de avances en materia de conectividad rural en la región. Sin embargo, también demuestra que la diferencia entre la conectividad urbana y la rural se ha ampliado levemente, a favor de la conectividad urbana. Esto arroja como balance positivo que luego de la pandemia se están activando iniciativas en esta materia, pero que aún resta mucho por realizar”, sostuvo en diálogo con Télam.
Además, el informe agrega que estos datos acerca del acceso a internet y el uso de la tecnología digital constituyen hoy “un piso básico que permite el crecimiento productivo, y abre oportunidades para el mejoramiento de las condiciones de vida del conjunto de la población rural”.
De esta forma, tanto en las zonas urbanas como rurales el 78% de las viviendas particulares en el país tienen acceso a Internet, es decir, casi ocho de cada diez hogares cuenta con un modem.
Además, la diferencia porcentual entre la jurisdicción más y menos conectada -Santa Cruz con una cobertura del 86% y Formosa con un 57%-, es de 28,5, sin tener en cuenta CABA que cuenta con el 90,9%
Complementariamente, si se analiza la conexión de internet en las viviendas que pertenecen a la región cuyo y el litoral, están la provincia de Santa Fe (78,6%), La Rioja (77,2%), Mendoza (76,5%) y Entre Ríos (76%).
Por otra parte, las regiones del noroeste del país presentan los indicadores más bajos en materia de acceso a internet, siendo Corrientes (59,1%), Formosa (57,5%) y Santiago del Estero (49%), las de menor conexión en el país.
Teniendo en cuenta esta situación, Ziegler considera necesario tener presente que el recambio tecnológico es muy acelerado en este sector, mientras que, “las inversiones necesarias (que son de gran envergadura en las áreas rurales) hacen que la brecha entre lo urbano y rural sea móvil, y por lo tanto, requieran esfuerzos permanentes para poder mitigarla”.
También, estos indicadores desalientan el desarrollo de actividades productivas a mayor escala y prolonga la falta de oportunidades de los residentes de esas zonas para el acceso a servicios básicos en situaciones de emergencia y para la subsistencia cotidiana, afirmó el informe.
Luego, en el relevamiento se menciona que el dispositivo de conexión más empleado en la Argentina es la telefonía móvil sobre todo en los espacios rurales, en este caso la diferencia entre las provincias con mayor y menor acceso a la telefonía móvil es de 15 puntos porcentuales, siendo menor que la distancia entre las provincias que acceden a internet a los hogares (33 puntos).
Por último, respecto del equipamiento de computadoras y tablets en las viviendas del país, el informe evidencia que estos dispositivos tienen una presencia menor que los teléfonos móviles sobre todo en las provincias que cuentan con población rural.
“Considerando sólo a las provincias que cuentan con población rural, la mayor concentración de computadoras se registra en las provincias patagónicas como Neuquén (64,7%) y Tierra del Fuego (73,7%), las provincias del centro y la región cuyana con valores intermedios son La Pampa (62,9%) y San Juan (49,1%) mientras que en la zona del noroeste y noreste se registran los niveles más bajos de posesión de estos recursos en los hogares; Jujuy (47,6%); Misiones, (44,7%), y Formosa, (38,1%)”.
En este escenario de amplias disparidades, el IICA sostiene la necesidad de reforzar y generar políticas públicas que busquen reducir la brecha digital entre la ciudad del campo como también garantizar el acceso a internet como un derecho fundamental para los ciudadanos, su vez, esta tecnología es beneficiosa para otras actividades en los ámbitos rurales como el acceso a información, realización de trámites, utilización para tareas preventivas en materia de salud, usos educativos, entre otras.