En esta semana se produjeron dos robos de transformadores en la zona rural de Anguil para sustraer el cableado de cobre para luego ser vendidos en el mercado ilegal. El primer robo ocurrió el día miercoles a las 3:30 horas cuando se llevaron un transformador que abastece un pozo del acuífero, sobre la ruta provincial 7 y las vías del ferrocarril. Mientras que el jueves a las 4.15 horas de la madrugada, los delincuentes destrozaron un transformador de energía de 33/13,2 kV que alimentaba predios rurales de la zona, un pozo del acuífero Anguil/Santa Rosa y el sistema de alumbrado público del cruce de la ruta nacional 5 y la ruta provincial 7.
El ingeniero y gerente del área de Energía de la Cooperativa Popular de Electricidad (CPE), Pablo Cappello, calculó que los robos registrados durante el 2023 provocaron pérdidas que superan los 100.000 dólares. La destrucción de los transformadores de energía y el robo del cableado de cobre genera importante pérdidas económicas, además de problemas de abastecimiento para los usuarios y usuarias del servicio.
En diálogo con nuestros colegas del diario “La Arena”, Cappello afirmó que el robo de ayer en Ánguil es “el que mayor valor toma”, ya que estiman un valor de “25.000 dólares” para el transformador. Además, recordó otro caso que ocurrió camino al autódromo de Toay. En ese caso, detalló que era “un trafo chico rural, con un valor de entre 4.000 o 5.000 dólares”.
Por otra parte, indicó que al romper los transformadores, “una vez que se doblan las láminas y se ensucian, y por ahí se rompe la cuba, que es el casco de aceite, es imposible reutilizarlos, eso va a pérdida para nosotros”.
Además, consultado por la implementación de una ley que controle la comercialización de materiales no ferrosos como el cobre y el estaño, entre otros, consideró que “ayudaría, pero hay que ver si es vendido acá o sacado de la provincia”.