La esperanza de Guido Pittana y su familia

Guido Carmelo Pittana es un médico traumatólogo santarroseño de 57 años que lucha por su vida. Padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad autodestructiva que ataca en forma progresiva a las neuronas motoras que controlan el funcionamiento de los músculos. La ELA puede llegar a limitar en forma total la movilidad voluntaria, y en etapas […]

Guido Carmelo Pittana es un médico traumatólogo santarroseño de 57 años que lucha por su vida. Padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad autodestructiva que ataca en forma progresiva a las neuronas motoras que controlan el funcionamiento de los músculos. La ELA puede llegar a limitar en forma total la movilidad voluntaria, y en etapas avanzadas comprometer la respiración y la masticación, entres otros padecimientos. A Guido lo diagnosticaron hace dos años, y hoy, con el apoyo de su familia, atraviesa una estoica pelea por seguir viviendo.

“Sabía muy bien lo que me iba a tocar vivir, ya que soy médico traumatólogo, pero gracias a Dios y a mi familia nunca bajé los brazos”, comentó Guido en una publicación que se extendió por diferentes redes sociales a la velocidad de la luz. “Lo más duro de todo fue sentir como perdía la voz poco a poco y como todo mi cuerpo se iba deteriorando; ya no puedo hablar ni tampoco puedo comer, hace 3 meses estoy con alimentación enteral a través de una sonda directa al estómago”, agregó en su crudo relato.

Pero Guido lejos de estar solo, cuenta con el apoyo inquebrantable de su familia y amigos, quienes comenzaron a visibilizar y difundir el caso, con el fin de recaudar los fondos necesarios para el tratamiento en Estados Unidos. “Nos pusimos a investigar y miramos con asombro como muchos de los pacientes en tratamiento mejoraron paulatinamente, algunos con remisión de la enfermedad”, señala la misma publicación. Los gastos del tratamiento no son contemplados por las obras sociales, y conllevan un costo altísimo. Esto motivó a sus allegados a solicitar ayuda vía redes sociales.

En una entrevista a LaPampa24, Lorena, su esposa, afirmó que a los 40 minutos, “Guido ya tenía 500 mensajes”, y remarcó que lo que generó la masividad del mensaje y la inmediatez de las respuestas, fue la personalidad de Guido. “Siempre fue una persona muy transparente, en la medicina, desde lo laboral y como ser humano”, comentó Lorena al borde las lagrimas, pero al mismo tiempo con una fuerza descomunal para seguir adelante.

El click para comenzar a visibilizar y difundir la situación de Guido, fue la aparición en la T.V de la ex modelo y conductora Cecilia “Caramelito” Carrizo, quién solicitó ayuda para el tratamiento de su hermano Martín, que padece la misma enfermedad. A partir de ahí, Lorena comenzó a contactar con personas en la misma situación de diferentes ciudades de Argentina e incluso en Uruguay. “La desesperación te hace llegar a lugares insólitos”, contó la esposa de Guido emocionada.

Lorena remarcó también, que desde la medicina aún no hay tratamientos curativos, sino que tan solo existen ensayos, y agregó: “Por esta razón, cuándo se trata de la vida, uno hace lo que sea”. Cada vez más conmovida, continuó: “No tiene explicación lo que pasó en un día”, en referencia a las respuestas en redes sociales y al masivo apoyo de toda la ciudad, de gente del exterior e incluso de famosos que colaboraron en la difusión del caso.

En ese sentido, concluyó: “Ojalá esto también sirva para poder seguir ayudando a gente que tiene la misma patología”. Nuevamente agradeció en nombre de Guido y de toda su familia, la enorme colaboración de la gente. Y, comentó que continuará publicando en medios y redes sociales acerca de la evolución de Guido, con el objetivo de contribuir a que la sociedad conozca la enfermad y sea consciente de que hay que avanzar en el tratamiento y cura.

Finalmente, vale la pena resaltar la fuerza y el amor por la vida que transmite Lorena en su relato. Al hablar se emociona y por momentos se quiebra, pero sus palabras son sólidas y denotan una tenaz convicción y potente esperanza. Lo mismo Guido, su semblante es tan alegre y positivo que impacta, su actitud es arrolladora y emana un deseo inconmensurable de vivir que trasciende todo lo que se pueda decir desde el habla.