La Secretaría de Cultura celebró el “Día de La Pampa” en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, con la presentación de la nueva editorial provincial La Pampa Edita.
El acto tuvo lugar el pasado sábado en la Sala Alejandra Pizarnik del Predio Ferial de Palermo y contó con la participación de la subsecretaria de Coordinación Cultural, Dini Calderón, y del escritor Omar Lobos, quien presentó “El monte de caldén en las letras pampeanas (crestomatía)”, uno de los primeros títulos publicados por el flamante sello editorial.
Hasta el momento los libros publicados por el nuevo sello pampeano son cuatro: “Ramun Rankül”, de Javier Villalba; “Cédula de identidad”, de Paulina Fiscella; “Baqueana”, de Martín Sondón; y la mencionada compilación de Lobos sobre literatura pampeana vinculada al caldenal.
Actualmente La Pampa Edita está trabajando en la reedición de los cuatro primeros libros de Edgar Morisoli y la publicación de dos nuevos tomos de la obra de Juan Carlos Bustriazo Ortiz. El material será presentado en la Feria Provincial del Libro de La Pampa en el mes de octubre.
Presentación de Claudia Giacobbe
En el stand del Ente Cultural Patagonia –que La Pampa comparte junto a las provincias de la región- la periodista piquense Claudia Giacobbe presentó su libro “La verdad los hará libres. Historia de un sobreviviente de abuso sexual eclesiástico”.
“El libro tiene dos partes: la primera es una novela de no-ficción que narra la historia de Vicente Suárez Wollert, víctima del cura José Miguel Padilla en la Fraternidad de Belén, en Intendente Alvear. La segunda parte es una profundización del tema con testimonios y un listado de 150 curas denunciados en todo el país”, explicó Giacobbe.
Según la periodista el ámbito eclesiástico es un sitio más que propicio para cometer abusos: “Los curas conocen a sus presas, ya que gracias al sacramento de la confesión conocen lo más innombrable de las víctimas, sus vulnerabilidades. Tienen el lugar para cometer sus delitos, zonas liberadas. Y saben que la Iglesia va a ocultar todo porque el abuso para ellos es un pecado, no un delito”, sostuvo Giacobbe.
Contar la historia de Vicente tenía dos puntos importantes: uno, que de los abusos sexuales en la Iglesia no se habla, es un manto de silencio lo que hay alrededor del tema, y eso permite la impunidad. Y por otro lado, es un canto de esperanza porque Vicente pudo rehacer su vida, y hoy es profesor de Educación Especial. La vocación que tenía de darse a dios y al prójimo la está volcando a los chicos con discapacidad”, señaló. Para cerrar, Giacobbe aseguró que “no se trata de un libro de odio, sino de amor. Pero para que el amor exista tiene que haber verdad”.