La Universidad Nacional de La Pampa necesita 230 millones de pesos para funcionar este año, un 90% más de los recursos que el gobierno del presidente Javier Milei le asignó. Así se desprende de un informe realizado por la profesora Ariana Gómez, docente de las cátedras de Macroeconomía y de Economía Política, en la Facultad de Economía y de Humanas, respectivamente.
El informe fue difundido por el gremio docente, la Asociación de Docentes Universitarios, que convoca a la marcha federal de próximo 23. También organizan esa movilización los rectores de todas las universidades públicas del país. El ahogo del sistema universitario público es general. En la UNLPam, esta semana se declaró la emergencia, a instancia del rector Osar Alpa y con el apoyo de los distintos decanatos.
El rector de la UNLPam, Alpa, reafirmó que “es mentira” que existe un acuerdo con el gobierno nacional.
El ajustazo
El informe especialmente elaborado por la docente de la UNLPam, a horas de la marcha, le puso números concretos a la situación de asfixia que atraviesa la universidad pública.
En ese sentido, menciona que con una inflación acumulada del 287,9 % y un presupuesto prorrogado, que fue planificado en septiembre de 2022, la sostenibilidad de las instituciones es crítica. Más de 2 millones de estudiantes concurren en la actualidad a las Universidades Nacionales, siendo la inversión destinada por estudiante la más baja desde el 2000 a la fecha, compara Gómez en las conclusiones del informe.
El relevamiento, basado en fuentes oficiales, precisa que la UNLPam hoy necesita al menos 230 millones de pesos para funcionar. “Comparado con lo que recibió, necesita un 90 por ciento más de presupuesto para funcionar”, afirmó.
En gastos de funcionamiento (luz, gas, limpieza y programas como becas, comedores, transporte, bicicletas, por ejemplo) a la UNLPam se le asignó en enero de este año 70 millones de pesos, con una inflación inter anual de 254,2%. En febrero contó con la misma suma, con una inflación interanual del 274,2%. En marzo se le asignó asignaron 50 millones más, es decir, 120 millones, con una inflación interanual del 287,9%.
“El aumento del 70% no llega a representar el 6% del total de los recursos que las 55 universidades nacionales ejecutaron en 2023%”, indicó el informe.
“Lo presupuestado y proyectado para este año, teniendo en cuenta las expectativas de inflación, ascendía a 200 millones”, precisó.
Según el informe, el sistema universitario nacional tiene el presupuesto más bajo de las últimas dos décadas. Es más bajo un 7% el presupuesto este año, con respecto al anterior. No deja pasar por alto que esto ocurre en un contexto del 287% de aumento de precios. Además, en el primer trimestre hay una subejecución del 30% del presupuesto universitario en comparación con el del año pasado.
¿Cómo se compone esta reducción del presupuesto del sistema universitario nacional? La partida Desarrollo de la Educación Superior (que representa el 90 porciento del gasto total), cayó un 32,9%: -32% salarios docentes y autoridades; -28 salarios personal no docente; -60% funcionamiento; -58,8% fortalecimiento en ciencia y técnica.
Por otra parte, las becas Progresar cayeron un 46,9% (en 2023 la tenían el 20% del estudiantado de la UNLPam). Además, no se ejecutaron partidas de infraestructura universitaria.
La inversión por estudiante (calculada a valores de 2024) fue de 2.500.000 pesos en 2000; de 3.820.00 en 2013; de 2.470.000 en 2023; y se precipitó a 690.000 pesos actualmente.
Los salarios, por la escalera
En cuanto a los salarios docentes, el informe revela que suben por la escalera mientras la inflación y el costo de vida lo hace por el ascensor.
Gómez señaló que en 2015 se había registrado el nivel salarial más alto de la última década. “La pérdida total de poder adquisitivo acumalada de noviembre de 2015 a febrero de 2024 equivale a 41,5 salarios actuales”, mensura.
Y consigna que “en abril el salario debería aumentar un 119% para mantener el poder de compra de agosto de 2015”.
“La caída real en el salario docente durante diciembre de 2023 y enero de 2024, se debe a los índices de inflación mensual más altos que se registren desde la crisis hiperinflacionaria de 1989-1991”, enumera.
Y agrega: “si las expectativas de inflación se sostienen en curso, la tendencia a la licuación del salario docente se sostendría, lo que requeriría un 69% de aumento salarial sobre el salario de enero solo para mantener el poder adquisitivo de noviembre de 2023”.
Fuente: El Diario