La sanción de esta iniciativa es clave para combatir uno de los los tres factores de riesgo más asociados a la mortalidad, como es la obesidad que, junto a los otros dos -hipertensión e hiperglucemia en ayunas elevada- según la OPS causan 140 mil muertes al año.
La Cámara de Diputados debate este martes en un plenario de comisiones un dictamen sobre el proyecto de etiquetado de alimentos, que fija pautas para una alimentación saludable y establece la colocación de una serie de sellos frontales en los envases de alimentos con altos contenidos de sodio, azúcares, grasas saturadas, grasas totales y calorías.
La sanción de esta iniciativa es clave para combatir una de las tres causas de la mortalidad como es la obesidad, que en la Argentina afecta a cuatro de cada 10 menores y en especial a adolescentes, y 7 de cada 10 adultos, según coinciden especialistas y legisladores oficialistas y opositores.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud en la Argentina, los 3 factores de riesgo más asociados a la mortalidad son la hipertensión, la hiperglucemia en ayunas elevada y la obesidad, que provocan unas 140 mil muertes al año.
El bloque del Frente de Todos -que conduce Máximo Kirchner- aspira a convertir en ley el proyecto sancionado el año pasado por el Senado entre este jueves 15 o la próxima semana, según informaron fuentes parlamentarias.
Por ese motivo el oficialismo buscar este martes emitir dictamen favorable en un plenario de las comisiones de Legislación General, de Acción Social y Salud Pública, Industria y Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia y de Industria.
La presidenta de la comisión de Legislación General, Cecilia Moreau (Frente de Todos), anunció la semana pasada que “se va a tratar el proyecto de etiquetado frontal de alimentos en un plenario de las cuatro comisiones que lo vienen abordando, para poder dar dictamen y llevarlo al recinto”.
A fines de junio se realizó una campaña en redes sociales bajo la consigna “Que no te tapen los ojos”, que con el hashtag #EtiquetadoClaroYa fue lanzada para exigir a los diputados la aprobación del proyecto de ley de etiquetado frontal.
La campaña es impulsada por el capítulo argentino de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC Argentina), la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (Fagran), Consumidores Argentinos, la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps) y la Sociedad Argentina de Nutrición y Alimentos Reales (Sanar).
El proyecto sancionado en el Senado se comenzó a discutir en diciembre del año pasado y ahora, tras seis reuniones informativas, el plenario de las comisiones buscará este martes emitir un dictamen donde el oficialismo aspira a mantener el texto aprobado por el Senado.
La iniciativa aprobada el pasado 29 de octubre por el Senado propone la incorporación en el frente de los productos ultraprocesados de una etiqueta con forma de octógono negro y letras blancas que advierta sobre el exceso de nutrientes críticos, como de sodio, grasas trans y azúcares totales.
La diputada del Frente de Todos, Florencia Lampreabe, afirmó que su bloque “tiene la voluntad de dictaminar sin modificaciones el proyecto que viene con la media sanción del Senado, ya que es el que mejor busca proteger la salud de las y los argentinos”.
“No es que la ley vaya a solucionar todos los problemas relacionados con la alimentación, pero es una herramienta muy importante porque el consumo de la mayoría de estos productos ultraprocesados está relacionado con la malnutrición afecta sobre todo a los sectores más vulnerables”.
Desde Juntos por el Cambio, la radical Brenda Austin dijo a Télam que “la Ley de etiquetado es una vieja deuda de la Argentina con el derecho de los consumidores a la información y al acceso a la salud. Saber qué comemos nunca puede ser una mala noticia”.
“El impacto que tienen en la salud de las personas el consumo en exceso de nutrientes críticos, como el azúcar, el sodio o las grasas, impacta en su calidad de vida y es la causa de cientos de enfermedades no transmisibles. Por esto esta ley es una herramienta esencial para construir hábitos de vida más saludable“, agregó.
La iniciativa fue criticada desde sectores empresariales vinculados a la producción de alimentos y en ese sentido una de las cámaras más influyentes, la Copal, pidió hace unos días incluir cambios en el proyecto,
El proyecto busca garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada a través de la promoción de una alimentación saludable, brindando información nutricional simple y comprensible de los alimentos envasados y bebidas analcohólicas.
También, en el caso de los productos con edulcorantes, debe contener una leyenda precautoria, inmediatamente por debajo de los sellos de advertencia: “Contiene edulcorantes, No recomendable en niños/as”.
Los valores máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas totales y sodio establecidos deben cumplir con los límites del Perfil de Nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud.Además, se exceptúa de la colocación de sello en la cara principal al azúcar común, sal de mesa, aceites vegetales y frutos secos.
Asimismo, se obliga a las empresas a declarar el contenido cuantitativo de azúcares, entendiéndose como hidratos de carbono simples (disacáridos y monosacáridos), en el rotulado nutricional de los alimentos envasados para consumo humano.
Entre otros aspectos, el proyecto prohíbe que los alimentos y las bebidas analcohólicas que contengan algún sello de advertencia, incorporen información nutricional complementaria; logos o frases con el aval de sociedades científicas o asociaciones civiles; y personajes infantiles, animaciones, celebridades, deportistas, entre otros.