Manejo integral del fuego en la Reserva Provincial Parque Luro

La ecología enseña que los disturbios naturales son eventos que generan cambios significativos en un ecosistema, influenciando su estructura y evolución a corto, mediano y largo plazo. Estos eventos pueden ser impactantes, infrecuentes y a menudo captan la atención de la sociedad en general, desafiando la comprensión científica. En los paisajes pampeanos, uno de los […]

La ecología enseña que los disturbios naturales son eventos que generan cambios significativos en un ecosistema, influenciando su estructura y evolución a corto, mediano y largo plazo. Estos eventos pueden ser impactantes, infrecuentes y a menudo captan la atención de la sociedad en general, desafiando la comprensión científica. En los paisajes pampeanos, uno de los disturbios más relevantes es el fuego.  

El fuego, aunque a menudo se lo subestimó como agente ecológico, es una parte inherente de muchos ecosistemas naturales. De hecho, influyó directamente en la evolución de las especies y en la configuración de los ambientes en los que habitan. Su existencia está vinculada al surgimiento de las plantas, ya que proporcionan dos de los tres elementos esenciales para que el fuego exista: oxígeno y combustible. El tercer elemento, la fuente de calor o ignición, ha estado presente en el planeta desde tiempos inmemoriales, a través de rayos, impactos de meteoritos y otras fuentes. Antes de la aparición de las plantas, no había suficiente oxígeno; antes de las plantas, no había suficiente combustible y, por lo tanto, el fuego no existía en el planeta.

En algunos ecosistemas, como las praderas, sabanas, bosques de coníferas, caldenales y jarillales, el fuego desempeña un papel fundamental en la vitalidad, la renovación y el funcionamiento saludable de estos hábitats. Muchas especies que habitan en estos ecosistemas dependen del fuego para germinar, establecerse o reproducirse.

Sin embargo, la intervención humana alteró drásticamente el régimen natural de incendios. En muchos casos, se aumentaron la frecuencia de incendios, mientras que, en otros, se han suprimido por completo, lo que llevó a cambios significativos en los ecosistemas.

Estrategia
En la Reserva Provincial Parque Luro, durante años se excluyó el fuego como herramienta de manejo. Se intentó prevenir incendios estivales mediante la creación de cortafuegos, que en La Pampa no son efectivos para evitar el ingreso del fuego, sino que más bien, facilitan el acceso de patrullas de combate a los incendios. Esta situación se agravó debido a la presencia de dos especies exóticas, el jabalí y el ciervo colorado, que modificaron drásticamente el hábitat, creando áreas densamente vegetadas que, en condiciones extremas, se convierten en combustibles altamente inflamables y destructivos. La combinación de estos factores llevó a un proceso de arbustización en áreas de pastizales, amenazando con la desaparición de estos hábitats.

Con la implementación del programa “El Retorno de los Nuestros” de la Subsecretaría de Ambiente, que busca reintroducir especies nativas en áreas protegidas provinciales, inició un programa de mejora de ambientes en el Parque Luro. Este proyecto logró el regreso de especies como vizcachas, guanacos e incluso el yuyo colorado. Todas ellas, especies que habían desaparecido hace décadas. Junto con la reintroducción de estas especies, se trabajó en la mejora integral del hábitat y en la minimización de las amenazas potenciales.

A partir de entonces, el fuego se convirtió en una herramienta valiosa para el manejo de hábitats en la Reserva Provincial Parque Luro. En lugar de verlo como un enemigo temible, se reconoció su importancia para la renovación y el mantenimiento de áreas de pastizales. Además, se utilizó de manera controlada en áreas boscosas abiertas para prevenir incendios destructivos durante la temporada estival.

Recientemente, la Subsecretaría de Ambiente llevó a cabo una quema controlada en una zona de pastizal natural, como parte de los esfuerzos planificados para mejorar los ambientes naturales del área protegida. Esta quema, ejecutada por la Dirección de Defensa Civil, se realizó con éxito, tomando todas las precauciones de seguridad necesarias. Es importante destacar que estas actividades de manejo activo en áreas protegidas tienen como objetivo restaurar la dinámica natural de los ecosistemas y prevenir eventos destructivos. En última instancia, benefician a toda la biodiversidad presente en el Parque Luro, contribuyendo a la conservación de la valiosa riqueza natural.