Tras la aprobación en el Concejo Deliberante de hacer una excepción al Código Urbanístico de Santa Rosa, el bloque de concejales de la Unión Cívica Radical (UCR) sacaron un comunicado para explicar porque no bajaron al recinto para discutir las Ordenanzas.
“Los concejales de la Unión Cívica Radical decidimos no asistir a la sesión en la que se aprobó una excepción al Código Urbano Ambiental, luego de que se rechazara nuestro pedido -formulado en Labor Parlamentaria- para que el proyecto vuelva a comisión”.
“La ordenanza, impulsada por el Intendente en nombre de intereses privados, habilita de manera excepcional y arbitraria la instalación de un hipermercado de una multinacional en una zona donde expresamente está prohibido, superando además por más del doble los metros cuadrados previstos para ese sector”, agregaron.
“Nuestra decisión es una expresión firme de rechazo frente a una maniobra que, bajo el disfraz de una supuesta “mejora para la comunidad”, responde en realidad a intereses particulares vinculados al propio Intendente y su entorno, en claro detrimento del desarrollo equilibrado, sustentable y justo de nuestra ciudad”.
“Durante la escasa discusión permitida en comisión, y gracias al insistente reclamo de los bloques de la oposición, pudo escucharse al Colegio de Arquitectos, que desaconsejó la excepción de manera fundada y técnica. Lamentablemente, fueron destratados por el propio Intendente y el presidente de su bloque”.
“A ello se sumaron las advertencias de la Cámara de Comercio y de numerosos comerciantes locales, quienes alertaron sobre el grave perjuicio que este tipo de excepciones genera para la economía local y la competencia leal. Así, cae por su propio peso el relato que el Intendente pretendió imponer al inaugurar el Mercado Concentrador Mayorista con bombos y platillos. Una nueva incongruencia”.
“Resulta alarmante que el Código Urbano Ambiental que hoy se distorsiona haya sido promovido por el mismo Intendente, quien en su momento defendía la localización de grandes superficies comerciales en las afueras de la ciudad. Su propuesta actual contradice aquellos principios”.
“Además, queda en evidencia la doble vara: mientras a un vecino se le exigen meses de trámites y múltiples obstáculos para conseguir una excepción menor —al punto incluso de obligarlo a demoler lo construido—, en este caso se avanzó de forma exprés, sin estudios adecuados ni debate serio. El Ejecutivo, con su accionar, termina entregando el Código Urbano Ambiental, casi derogándolo”.
“Desde la Unión Cívica Radical reafirmamos nuestro compromiso con una planificación urbana responsable, transparente y participativa”.
No seremos cómplices de los negocios del Ejecutivo.
No seremos cómplices de privilegios hechos a medida del poder económico de turno.
No seremos cómplices de un nuevo atropello a los vecinos.
Quienes hoy apoyaron esta excepción, serán responsables de sus consecuencias.
“Paradójicamente, “Carrefour” significa “encrucijada”. Di Nápoli tuvo que elegir entre respetar su propio Código o seguir el GPS de los negocios. Eligió lo segundo”, finalizaron.