Mercado Artesanal, un símbolo de nuestra historia y pampeanidad

Fundado hace más de 40 años, actualmente forma parte de la Secretaría de Turismo, el Mercado Artesanal es un espacio donde se guardan y exhiben las más ricas historias de las tradiciones y la cultura de La Pampa. Más de 150 artesanas y artesanos de todo el territorio provincial nutren sus vitrinas, estantes y anaqueles, […]

Fundado hace más de 40 años, actualmente forma parte de la Secretaría de Turismo, el Mercado Artesanal es un espacio donde se guardan y exhiben las más ricas historias de las tradiciones y la cultura de La Pampa.

Más de 150 artesanas y artesanos de todo el territorio provincial nutren sus vitrinas, estantes y anaqueles, pero en cada pieza tejida, de cerámica, de madera, de asta  o de cuero  se entrelaza la historia misma de nuestro pueblo. Elementos naturales que se van transformando, en las manos expertas, talentosas y sencillas de nuestra gente, en piezas únicas, portadoras de saberes y técnicas ancestrales.

Algunos de los obsequios más significativos de los últimos días, salieron del Mercado Artesanal. Entre otros; la olla comunitaria Ranquel realizada por los ceramistas Natalia Martínez y Juan Pérez para el presidente Alberto Fernández, varios cuchillos de la familia Stork de Santa Rosa,  para los ministros de su comitiva y un poncho tejido en telar por Guillermina Cabral para el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saa.

Turismo y artesanías
Durante el pasado marzo, la técnica de tejido en telar fue declarada Patrimonio Provincial, lo que revaloriza aún más cada una de las producciones y significa un plus interesante al momento de destacar también su importancia.

Desde la Secretaría de Turismo se trabaja actualmente en la diagramación de un circuito que permita conocer a las tejedoras y apreciar las técnicas que aplican en sus propios espacios de trabajo; la puesta en valor de este camino de los tejidos cuenta además, con la colaboración de la TV Pública Pampeana, que será la encargada de acercar el material audiovisual para su difusión. Una vez conformado el circuito y puesto a consideración de los visitantes, con sus puntos de exhibición y venta, también los tejidos en telar se conformarán como otro producto turístico pampeano.

Sumados a los tejidos, las restantes producciones también forman parte del acervo cultural exhibido con orgullo; cerámicas como la obsequiada al presidente, que conjuga en su realización la técnica Ranquel en sus métodos de cocción, la tierra arcillosa de Naicó y la inspiración en las tradiciones de las comunidades son sólo algunos de los objetos que se consiguen en el Mercado Artesanal.

El rol social del Mercado
Por tratarse de un organismo de gobierno, la función del Mercado excede lo comercial; es su razón de ser mantenerse como un nexo entre los creadores y el público, preservando la autenticidad de las piezas, observando los materiales y las técnicas utilizadas, a fin de que cumplan con los requisitos necesarios de las verdaderas artesanías. Y más allá de eso, acercar las creaciones de aquellos que habitan lejos de los centros más poblados, a quienes sin su presencia, les resultaría muy difícil acceder a un espacio comercial en pleno centro de Santa Rosa, o en la propia Casa de La Pampa en CABA.

Además, desde el organismo se acompaña mediante la entrega de lana de oveja de excelente calidad, en vellón, para que las artesanas tejedoras –la mayoría del oeste de La Pampa- cuenten con la materia prima necesaria para sus producciones. Y pasados unos meses, nuevamente es el Mercado quien llega a cada una de sus casas a adquirir esas creaciones para su posterior venta; así, las artesanas garantizan una provisión por la que son debidamente remuneradas, y su labor continua permite que no se pierda el arte ancestral.

Durante el pasado marzo, un grupo de 19 artesanas y artesanos integró la Asociación Artesanos del Oeste Pampeano, una entidad sin fines de lucro que les permite, mediante su vinculación, proveer y comercializar a varios de ellos que no tenían posibilidades administrativas de hacerlo.

De esta forma, a través de un organismo no convencional, el estado provincial contribuye a mantener la cultura y asegurar el trabajo de cientos de sus hacedores; ellos, por su parte, retribuyen con producciones de excelente y magnífica calidad.