Micky Fiol, referente del Desayunador de Villa Germinal, advirtió sobre el agravamiento de la situación social y cuestionó la pasividad de la dirigencia opositora frente al gobierno nacional. “Vemos que estamos mucho peor que hace dos años. Lo notamos cuando hablamos con los pibes y pibas que van al desayunador: las infancias están mal”, sostuvo en el programa La Parte y el Todo por la TVPP.
Fiol describió además una fuerte sensación de resignación social y apuntó directamente a la oposición política. “La gente espera un poco más de confrontación, pero no en los despachos o en el Congreso. Necesitamos políticos comprometidos con las causas populares, que estén en la calle con los jubilados, en las fábricas donde están echando gente y en los barrios con quienes más lo necesitan. Eso no se ve”, afirmó.
Respecto a las manifestaciones, señaló un desgaste evidente. “Nos terminamos encontrando más o menos la misma gente de siempre. Se nota el cansancio. Diciembre suele ser un mes fuerte en Argentina y estamos tan mal como en 2001, incluso peor que durante el macrismo, pero no hay respuesta”, comparó.
Desde el espacio comunitario, explicó que intentan sostener la asistencia con recursos limitados. “Hacemos lo humanamente posible con las infancias. Mientras tanto, los partidos políticos están jugando a las elecciones y nos quedan dos años larguísimos”, cuestionó. En ese sentido, recordó la visita del ministro Federico Sturzenegger a la ciudad. “Nos costó tenerlo acá para poder decirle las cosas en la cara y no fue nadie. Después hubo repercusión en redes, pero no alcanza con un ‘me gusta’”, remarcó.
Fiol relató que muchas familias no logran cubrir sus necesidades básicas. “Van al desayunador, al comedor municipal, recorren todos los comedores que pueden. Armamos bolsas de mercadería todo el tiempo porque no alcanza. Los pibes nos cuentan que muchos no comen a la noche. Es gente que labura, pero no alcanza”, aseguró.
También advirtió sobre la falta de nuevos espacios de contención social. “En la pandemia surgieron muchos, hoy no. Algunas iglesias evangélicas están conteniendo, pero están alineadas con el gobierno y reciben fondos. Eso evita que la crisis sea explosiva, pero no la resuelve”, analizó.
Para el referente social, la principal consecuencia es el alejamiento de la política como herramienta de transformación. “La gente abandonó la política. Mete a todos en la misma bolsa. Estamos cerca del ‘que se vayan todos’, pero sin fuerza para encarar una lucha así. Se está naturalizando que haya gente viviendo en la calle”, alertó.
De cara a los próximos dos años de gestión de Javier Milei, Fiol fue pesimista. “Al ritmo que vamos lo veo muy mal. Con la primera minoría en el Congreso van a lograr cosas por las Cámaras, sin necesidad de confrontar. Con un pueblo desgastado y una oposición que no gana la calle, están jugando a las elecciones y nos esperan dos años larguísimos”, concluyó.

