María Agustina Fernández, la joven pampeana atacada durante un asalto ocurrido el sábado pasado en la ciudad de Cipoletti, tuvo el peor final. La estudiante de Medicina no pudo recuperarse de las heridas que sufrió tras sufrir una feroz golpiza. Los familiares de Agustina decidieron donar sus órganos como ella quería.
La directora del hospital Moguillansky, Claudia Muñoz, había confirmado este martes por la tarde que la chica santarroseña de 19 años de edad tenía muerte cerebral.
Por la noche, su familia decidió donar sus órganos. De todos modos, Agustina ya había declarado su voluntad de ser donante, por lo que se iniciaron los trámites para realizar una ablación múltiple. Los padres de la joven, que estudiaba en el lugar donde encontró la muerte, habitan una vivienda ubicada entre las calles Savioli y Gaich de la capital pampeana.
Ayer, autoridades del Hospital Pedro Moguillansky, de Cipolletti, comunicaron que la joven pampeana tenía muerte cerebral y su situación era irreversible.