Nación pretende vender el 80% del campo del INTA en Anguil y otras estaciones del país

El Gobierno nacional busca avanzar con un fuerte recorte sobre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que incluiría no solo la modificación de su estructura orgánica sino también la venta de cerca del 80% de las hectáreas que posee en cada estación experimental, incluyendo el campo de la sede ubicada en Anguil, donde podrían…

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El Gobierno nacional busca avanzar con un fuerte recorte sobre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que incluiría no solo la modificación de su estructura orgánica sino también la venta de cerca del 80% de las hectáreas que posee en cada estación experimental, incluyendo el campo de la sede ubicada en Anguil, donde podrían desprenderse de unas 3.300 hectáreas.

La iniciativa forma parte del plan del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, que según un borrador de decreto al que accedió el medio El Destape, plantea también la disolución del Instituto Nacional de Agricultura Familiar, cambios estructurales en el INTI, la eliminación del Instituto Nacional de Vitivinicultura y el cierre de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo.

En el caso del INTA, se busca quitarle su carácter autárquico y subordinarlo directamente a la Secretaría de Agricultura, modificando su esquema territorial y debilitando su presencia local. Aunque formalmente conservaría un consejo directivo, el Poder Ejecutivo tendría mayor margen para decidir sobre sus tierras, sus recursos y su funcionamiento regional.

Actualmente, el INTA cuenta con 258 agencias de extensión distribuidas en todo el país, responsables de transferir tecnología, investigar nuevos cultivos y apoyar tanto a la agricultura familiar como a los grandes productores. A lo largo de su historia, desarrolló más de 970 variedades vegetales que son clave para la producción agropecuaria nacional.

El recorte en las funciones de extensión y la eliminación de los consejos locales apuntan a desarticular esa red de desarrollo territorial que el INTA supo construir. Según el documento oficial, el Gobierno exige que el organismo informe a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) cuáles son los inmuebles “sobrantes” como resultado de estos cambios, con el fin de subastarlos públicamente.

Anguil, en la mira

Entre los casos mencionados, aparece la Estación Experimental Agropecuaria de Anguil, en La Pampa, que posee 3.752 hectáreas. El nuevo esquema dejaría al INTA con apenas 450 hectáreas operativas, mientras el resto —más de 3.300 hectáreas— serían puestas a la venta. Se trata de un campo apto para ganadería y cultivos extensivos como trigo, maíz, soja y girasol, ubicado a 356 kilómetros del puerto de Bahía Blanca.

Este ajuste se enmarca dentro de un esquema denominado “Primer Semestre 2025 y subsiguientes: desarrollo de operaciones de subasta pública de los inmuebles”, impulsado por el Gobierno nacional. El plan contempla liquidar medianos y grandes campos de al menos 100 estaciones experimentales en todo el país.

En Misiones, por ejemplo, se proyecta vender 2.000 de las 2.239 hectáreas de la Estación Forestal Manuel Belgrano. Y en Marcos Juárez, Córdoba, 895 de las 1.028 hectáreas de un campo clave para cultivos de soja y maíz.

¿Desarrollo o negocio inmobiliario?

Desde distintos sectores ya se advierte que este proceso representa no solo un desguace del sistema público de investigación agropecuaria, sino también una oportunidad para convertir valiosas tierras productivas en activos inmobiliarios. La venta masiva de campos del INTA podría implicar la pérdida de recursos estratégicos para el desarrollo científico, tecnológico y social en el interior del país.

Mientras tanto, en La Pampa, el posible vaciamiento de la estación de Anguil genera preocupación entre investigadores, técnicos, productores y comunidades vinculadas al trabajo territorial del organismo.