El Ministerio Público Fiscal continúa en la búsqueda del hombre que habría atacado a Agustina Fernández. Hubo muchos llamados de ciudadanos para aportar datos, pero ninguno de relevancia hasta el momento.
Pasan las horas y el paradero del principal sospechoso de la estudiante pampeana Agustina Fernández en Cipolletti sigue siendo una incógnita para los investigadores. Hay algunas líneas de investigación y varios llamados de ciudadanos aportando información, pero ningún dato revelador sobre la ubicación del hombre del identikit que el viernes pasado el Ministerio Público Fiscal viralizó.
Se pensaba que las características del sospechoso, principalmente el número «10» tatuado en una de sus cejas, permitiría una rápida ubicación, pero si bien hubo contacto de personas que aseguran haberlo visto en Cipolletti, no lograron detenerlo.
Se trata del principal sospechoso por el homicidio de Agustina, la joven de 19 años que desde comienzo de año estaba en Cipolletti cursando la carrera de Medicina. El sábado 2 de julio tenía previsto cenar con un amigo, además vecino del complejo de viviendas donde residía, pero entre las 19 y 20.30 fue brutalmente atacada y murió días después en el hospital local.
Se encontraba en la casa de Pablo Parra, amigo y vecino. El hombre que trabaja en el rubro petrolero salió a realizar una compras y cuando volvió se encontró con la joven inconsciente. Si bien sigue bajo la lupa de los investigadores, la coartada de Parra se confirmó con varias cámaras de seguridad y testigos por lo que las sospechas sobre él se debilitaron.
A raíz de una declaración que tomó la fiscalía, se recayó en este hombre de unos 30 años aproximadamente que en horarios cercanos al hecho circulaba por el barrio. La principal característica son los numerosos tatuajes que tiene en su cuerpo.
La principal hipótesis del hecho es la misma desde que se inició la investigación: que a Agustina la golpearon brutalmente en un ocasión del robo. Según detalló Parra que robaron su celular, el de Agustina y 1.000 dólares que habían en la vivienda, ubicada en la calle Confluencia al 1301.
Según la información con la que se cuenta hasta el momento el hombre tendría entre 20 y 30 años, mide entre 1.60 y 1.70 metros, es de tez blanca y cabellos oscuro.