La Secretaría de Cultura, proyecta y avanza en conjunto con equipos de Gobierno en la creación de un Museo Provincial de Historia, que de cuenta de los procesos históricos y las sucesivas capas de poblamiento del territorio.
“Necesitamos un museo que sirva para reflexionar y mantener viva la memoria desde los antiguos pobladores hasta la actualidad”, detalló Maggio a la Agencia Provincial de Noticias.
“Durante la gestión anterior ya se habían iniciado conversaciones para abordar el edificio que alojaría este Museo y ahora junto al gobernador Sergio Ziliotto, se está avanzando en el proyecto. Hay mucha demanda y expectativa respecto de la creación de este Museo en diversas instituciones y sectores culturales de toda la Provincia. De hecho, cuando inició la pandemia, desde la Secretaría de Cultura lanzamos la propuesta virtual “Mi Casa es un Museo”, que tuvo una participación extraordinaria de gente de toda La Pampa que se entusiasmó mucho por el tema. De allí surgieron testimonios de personas que tenían objetos, fotografías y documentos de alto valor histórico y patrimonial, muy interesadas en cederlas o donarlas para que formen parte de un Museo”, amplió.
También desde la Universidad de La Pampa se manifestó interés y la necesidad de contar con un Museo Histórico.
Ex Palacio de Justicia
El edificio elegido sería el ex Palacio de Justicia (Primera Casa de Gobierno de la Provincia), declarado Patrimonio Cultural de La Pampa, en los términos de la Ley 2083 por Dictamen Nº 11/09, inscripto en el Registro Provincial de Patrimonio Cultural bajo el Nº 27.
En el marco de esa declaratoria, la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural solicitó respecto al uso del edificio reservar un espacio para armar una «sala histórica» concerniente a la memoria del edificio y destinar periódicamente el hall central y la sala de espera de la Planta Baja, a actividades culturales. En este sentido y antes de la pandemia, se realizaron visitas guiadas por el hall y algunas salas del edificio (oficina donde trabajaba el Gobernador), actuaciones de agrupaciones corales y artistas de distintos géneros, así como también presentaciones de libros.
Actualmente está ocupado por el Ministerio de Desarrollo Social, quien colabora con el cuidado y apoya la propuesta a futuro, y al momento que dicho organismo cuente con sus propias instalaciones, se podría completar la refuncionalización como Museo.
Este edificio, de carácter y valor histórico patrimonial es en sí mismo un museo, y representa el mejor espacio para albergar colecciones ya existentes, para generar múltiples espacios de interpretación e interacción con la comunidad, para establecer laboratorios de conservación, restauración y estudio de las colecciones; lo que permitiría poder “repatriar” el abundante material de sucesivas campañas arqueológicas que hoy se encuentra desperdigado fuera de la Provincia en varios repositorios vinculados a los espacios institucionales de los investigadores.
El espíritu de este museo estaría alineado con las nuevas formulaciones del ICOM (International Council Of Museums), con las declaraciones acordadas en la Mesa de Santiago del año 1972 y con el Primer Encuentro Iberoamericano de Museos de 2007 que hablan de los museos como “instituciones dinámicas, vivas y de encuentro intercultural, como lugares que trabajan con el poder de la memoria, como instancias relevantes para el desarrollo de las funciones educativa y formativa, como herramientas adecuadas para estimular el respeto a la diversidad cultural y natural y valorizar los lazos de cohesión social de las comunidades iberoamericanas y su relación con el medio ambiente”.
Numerosos antecedentes dan cuenta de la creación del Museo de La Pampa, que van desde el año 1932 hasta el 2006.
La antigua casa de Gobierno y ex Palacio Judicial
El edificio ubicado en la intersección de las calles Pellegrini y Quintana de Santa Rosa forma parte del patrimonio cultural de la ciudad y de los pampeanos. Fue construido para albergar las oficinas burocrático-administrativas de la gobernación del Territorio Nacional de La Pampa. Las mismas funcionaron allí por aproximadamente cincuenta años y al promediar los años ’60 el inmueble se convirtió en Palacio de Justicia.
Un espacio físico para las reparticiones administrativas de la Gobernación
La capital del Territorio Nacional de la Pampa originariamente se instaló en General Acha, allí adecuaron la infraestructura para que funcionaran las oficinas de la gobernación y hacia 1891 se elaboró un proyecto para construir una casa de gobierno en esa localidad. En 1896, el presidente de la República aprobó el presupuesto para las obras programadas, sin embargo, se desató una polémica sobre las condiciones del lugar para albergar a las autoridades territorianas y a principios del siglo XX, cuando asumió José Pedro Luro como gobernador, se decretó el traslado provisorio de la capital a Santa Rosa y en 1904 se ratificó esa medida. Esa resolución suscitó una serie de preocupaciones vinculadas con la necesidad de disponer un espacio físico para el funcionamiento de las oficinas. En un primer momento esta problemática se resolvió mediante la ocupación de un inmueble ubicado frente a la plaza San Martín, donde actualmente se encuentra la municipalidad, que luego fue demolido. En ese edificio funcionaban conjuntamente las dependencias de la gobernación, la comuna, el Juzgado de Paz, la comisaría y la Escuela de Niñas. La urgencia de contar con un espacio propio motivó a las autoridades a proyectar la edificación de la Casa de Gobierno en la intersección de las calles Roberts (hoy Pellegrini) y Quintana, en la zona céntrica cercana a la estación del ferrocarril.
En la década de 1960 se inauguró el Centro Cívico en otro sector del casco urbano y se mudaron las oficinas gubernamentales; entonces, ese espacio vacío fue ocupado hasta 2009 por los empleados y autoridades judiciales, por esa razón la mayoría de los santarroseños denomina al lugar “ex Palacio de Justicia”. Actualmente, esa antigua construcción se destina a oficinas del Ministerio de Desarrollo Social.
La edificación: un largo y tortuoso camino
El 30 de diciembre de 1909, en acuerdo de ministros, se resolvió la construcción de una sede para la gobernación y uno de los principales obstáculos fue la falta de presupuesto. Recién en 1911 comenzó la edificación del inmueble, lentamente se construyó la planta baja y en 1913, aún sin terminarla por completo, se instalaron los empleados de las reparticiones públicas existentes. Finalmente, luego de marchas y contramarchas, en 1928 se inauguró la planta alta del edificio en una ansiada ceremonia y en ese mismo acto, se colocaron las piedras fundamentales para la construcción del Colegio Nacional y la cárcel. No obstante, las obras no estaban concluidas y la instalación del ascensor fue el broche de oro que culminó la construcción, según señaló el gobernador Evaristo Pérez Virasoro cuando elevó la memoria de 1936-1937.
El diseño y la construcción
Los constructores Nale e hijo fueron los encargados de la obra y, en un contexto de magros presupuestos, el gobernador Arturo Núñez trató por todos los medios de disminuir los costos que demandaba la edificación; para ello aprobó la fabricación de ladrillos en la ciudad de Santa Rosa y recurrió a los presos de la cárcel de encauzados para que se desempeñaran como albañiles. El ingeniero Carlos Massini firmó los planos del proyecto, cuando se desempeñaba en aquel entonces como Inspector General de Obras Públicas, y luego fue designado al frente de la Dirección General de Arquitectura de la Nación. En las copias de los planos se puede apreciar claramente el diseño del frente y el lateral, cuyas líneas son de estilo neoclásico. Esos dibujos se complementaron con otras reproducciones heliográficas en las que se detalló minuciosamente la herrería, la carpintería, el proyecto sanitario (con detalles como el pozo absorbente), la instalación eléctrica, las vidrieras, la tirantería del techo de la planta alta, los cimientos y el sótano.
En la década de 1920, un nuevo arquitecto, A. Sacchero, se hizo cargo de la Dirección de Arquitectura y, en 1927, reinició el retrasado proyecto. Si bien se mantuvieron los planos originales, se modificaron algunos aspectos que parecían imposibles de cumplimentar, entre ellos, se descartó el enrejado de hierro trabajado que se debía colocar en el frente. En el diseño original se puede ver en la fachada principal cuatro molduras que imitaban columnas de estilo dórico. En el interior, en la planta baja, el espacio se organizó alrededor de un patio cubierto con iluminación central, hay una escalera de mármol imponente que conduce a la planta alta y es la protagonista del lugar, cuando se asciende se puede observar un vitreaux con el escudo de la Nación argentina.
Los pisos de la planta alta están fabricados en distintos tipos de maderas importadas o de pinotea. Cabe destacar que en su origen la planta baja se proyectó para el funcionamiento de las oficinas gubernamentales, en tanto que la planta alta estaba destinada para residencia del gobernador y su familia. Sin embargo, a medida que crecía el número de reparticiones administrativas y de empleados, también se ocuparon habitaciones de la planta alta con oficinas.
Fuente: síntesis de “La antigua casa de gobierno: patrimonio arquitectónico de la ciudad de Santa Rosa”. Stella M. Cornelis y Florencia Prina.
Instituto de Estudios Socio-Históricos Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de La Pampa.
Fotografías: equipo de la Secretaría de Cultura.