La licitación para la repavimentación de un tramo crucial de la Ruta Nacional 152 se encuentra en punto muerto debido a la decisión del gobierno encabezado por Javier Milei de detener toda obra pública. A pesar de que una empresa se presentó con la intención de llevar a cabo la obra luego de que se abrieran las ofertas el pasado 26 de diciembre, el proceso se ha estancado.
Este revés constituye un nuevo obstáculo para el reclamo de años por parte de La Pampa para la reconstrucción de la Ruta 152.
La licitación, realizada el 26 de diciembre, abarcaba la reconstrucción de un tramo de más de 47 kilómetros de la mencionada ruta, desde El Carancho hasta el kilómetro 119, además de la renovación del empalme con la Ruta Nacional 143. El presupuesto oficial para esta obra ascendía a $8.761.612.000, valuados en abril, y se estableció un plazo de ejecución de 24 meses.
Cabe destacar que el primer llamado a licitación, efectuado en marzo del año anterior, quedó desierto debido a que las ofertas superaron en más del 50% al presupuesto oficial.
Como parte integral del proyecto, también se proyectaba la remodelación del empalme con la Ruta Nacional 143 mediante la instalación de una rotonda iluminada para reemplazar la intersección existente conocida como “Bigote”.
Según la Dirección Provincial de Vialidad, esta licitación representa la Etapa 1 de la reconstrucción de la Ruta 152, abarcando el tramo desde El Carancho hasta unos kilómetros antes de las Sierras de Lihuel Calel. Estaba prevista una Etapa 2 adicional, que cubriría desde el kilómetro 119 hasta el acceso a Puelches.
El plan técnico de la obra especifica que “a lo largo de una longitud de 47.130 metros, sin desviaciones significativas de la traza actual pero con ajustes en la rasante, se contempla la construcción de la estructura básica y pavimento de un camino bidireccional, con una calzada de 7,30 metros de ancho y sendas banquinas de suelo común de 3,00 metros de ancho cada una”.
La interrupción de la obra pública nacional constituye un golpe severo para el sector de la construcción. En La Pampa, en proyectos como los del Procrear, ubicados en Santa Rosa, Toay y General Pico, ya se han registrado alrededor de 370 despidos. Además, en el Acueducto del Río Colorado hacia el norte, aproximadamente diez trabajadores han sido despedidos debido a que el gobierno de Milei no está cumpliendo con los pagos de los certificados de avance de obras.
Las constructoras pampeanas mantienen una deuda de $3.000 millones por parte del gobierno nacional, y afirman que resulta imposible continuar operando bajo estas circunstancias. La situación se vislumbra aún más sombría debido a la falta de un interlocutor válido con la administración de Javier Milei.
Fuente: El Diario