Después de devastar más de cuatro mil hectáreas, el incendio que afectó al Parque Nacional Lihué Calel ha sido finalmente controlado por los incansables esfuerzos de los brigadistas que lucharon contra las llamas durante días. Las autoridades del Parque anunciaron que reabrirá sus puertas al público este sábado.
A través de sus redes sociales, el personal de Parques Nacionales informó: “El incendio en el PN Lihué Calel ha sido controlado y reabrirá mañana”. Se especificó que el foco ubicado en Diamante Oeste está “controlado”.
Las autoridades detallaron que el miércoles 3 de enero, 20 brigadistas trabajaron en el lugar divididos en dos grupos. Durante la noche y la madrugada, se enfrentaron a un frente de tormenta con descargas eléctricas, las cuales, en algunas ocasiones, fueron extinguidas por la lluvia generada por la tormenta. Se registraron precipitaciones de 4 milímetros, contribuyendo a enfriar la zona caliente.
El día siguiente, 15 brigadistas y tres guardaparques continuaron las labores, organizados en grupos. Se destacó que la tormenta nocturna generó numerosas descargas eléctricas en la zona del incendio, por lo que se continuó trabajando para evitar su propagación.
En el comunicado, se recordó que el viernes pasado el Parque permaneció cerrado y se anunció con entusiasmo: “¡El sábado 6 de enero, reabrirá sus puertas a los visitantes! ¡Los esperamos!”
Inicio del Foco y Estrategias de Combate
Durante el pasado fin de semana, medio centenar de brigadistas desplegaron diversas técnicas y herramientas, como líneas de agua, herramientas de zapa, bombas de espalda y fuego técnico. Un helicóptero también se sumó a los esfuerzos, realizando 85 lanzamientos de agua sobre la zona.
El foco del incendio se originó el miércoles 27 debido a descargas eléctricas tras una tormenta. Detectado en el límite oeste con el establecimiento “La Trinidad” y en el sector de cortafuego Diamante Oeste dentro del Parque Nacional, las condiciones climáticas y los vientos erráticos desafiaron a las cuadrillas, obligándolas a cambiar estrategias para evitar la expansión del fuego.
A pesar de las complicaciones, el incendio se consideró contenido el día 28, pero nuevas condiciones meteorológicas inestables provocaron la activación de un foco secundario. Con ráfagas de viento de hasta 50 kilómetros por hora, las cuadrillas trabajaron arduamente para controlar la situación, logrando finalmente sofocar las llamas y garantizar la seguridad del Parque Nacional Lihué Calel.