La justicia recaratuló a “tentativa de femicidio reiterado” el caso de las dos bailarinas apuñaladas ayer por un alumno en una escuela de danza del barrio porteño de Palermo, mientras que una de las víctimas, Julieta Antón, le dijo a la policía que el agresor estaba “obsesionado” con ella, informaron fuentes judiciales.
El titular de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 5 del Ministerio Público Fiscal (MPF) de la ciudad, Miguel Kessler, resolvió cambiar la imputación, ante la declaración de testigos que afirmaron que el acusado Sebastián Damián Villarreal (30) manifestó durante el ataque que iba a matar a las dos víctimas.
La acusación que pesaba hasta el martes sobre Villarreal era la de “lesiones graves agravadas por ser la víctima una mujer, en contexto de violencia de género y en forma reiterada” (dos hechos), calificación que preveía una pena de tres a diez años de prisión, según el artículo 92 del Código Penal.
Con la nueva calificación, la pena se incrementa a entre 10 y 20 años de prisión y Kessler, que es un fiscal penal del fuero porteño, podría declararse incompetente y derivar el expediente a un juzgado y una fiscalía del fuero nacional en lo Criminal y Correccional, que ayer, ante la primera consulta policial, rechazó el caso.
“Por ahora seguiremos con todas las medidas pendientes y luego analizaremos si enviamos el caso a la justicia nacional”, confió a Télam una fuente judicial.
Kessler ya había tomado contacto con su colega Gabriela Morelli del área de Violencia de Género del MPF porteño, para que también intervenga en el expediente. Según las fuentes serán los especialistas de esa fiscalía de género quienes en las próximas horas intentarán tomar contacto con las dos víctimas para ver si están en condiciones de brindar una declaración testimonial.
Si bien aún no dio una declaración formal, lo que sí revelaron a Télam fuentes vinculadas al expediente es que ayer, una de las víctimas, Antón (26), llegó a decirle a uno de los policías que la asistieron la frase “está obsesionado conmigo”, en relación al acusado.
Antón, quien fue bailarina del programa “Showmatch” y actualmente integraba el staff de bailarines de la cantante Tini Stoessel, ya fue dada de alta el martes del hospital Pirovano. Su hermana, Jacky Antón, aseguró al canal TN que si bien “sigue en shock”, se recupera en la casa de sus padres y que sólo le había comentado que el lunes “se había sentido incómoda” en la clase presencial que tuvo con el acusado Villarreal.
La otra herida, Sofía Bovino (36), continuaba internada en el sanatorio Güemes, donde fue derivada para ser operada de una mano por una profunda puñalada que tenía en una palma y además, por un roce de bala que sufrió en un dedo cuando el efectivo de la Policía de la Ciudad le disparó a su agresor.
En tanto, el imputado Villarreal continuaba internado y con custodia policial en el Hospital Tornú, fuera de peligro por el disparo que recibió en un glúteo, pero con un “brote psicótico”. “Los médicos informaron que estaba fuera de sí, en un brote que le impedía incluso ser notificado de la imputación que hay en su contra”, comentó a Télam uno de los investigadores del caso.
Por ello, el fiscal Kessler ordenó un estudio médico interdisciplinario para evaluar el estado de salud mental del acusado y ver si estaba en condiciones de ser indagado o si se trata de una persona inimputable. El gemelo del imputado, Marcos Villarreal, aseguró a la prensa que su hermano, árbitro de fútbol, no tenía antecedentes psiquiátricos y que cree que “el efecto de la cuarentena” pudo haber influido en lo que sucedió.
El secretario de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, destacó en diálogo con Canal 13 el “accionar muy profesional” de los policías de la comisaría 14B que intervinieron y desde su punto de vista demostraron “la capacitación que tienen”.
El ataque
El hecho ocurrió alrededor de las 16 en la escuela de baile “El Club de la Danza” de avenida Federico Lacroze 2090 en Palermo, aunque muy cerca del límite con Belgrano.
Villarreal, quien tenía un fanatismo por Antón demostrado en sus redes sociales e incuso con constantes mensajes que le enviaba por WhatsApp, tenía clase con la joven y, por causas que aún se intentan determinar, en un momento extrajo una cuchilla de cocina y comenzó a agredirla.
Bovino, otra de las profesoras y una de las dueñas del lugar, se interpuso para defender a Antón y también fue herida a puñaladas.
Efectivos de la Comisaría Vecinal 14B llegaron al lugar en pocos minutos alertados por vecinos y por llamados al 911 y allí se generó una situación de tensión en la oficina del primer piso donde Villarreal no quería entregarse y amenazaba con el cuchillo a las dos mujeres.
Finalmente, mientras dos efectivos lo distraían y trataban de convencerlo para que deponga su actitud, otro efectivo avanzó y le efectuó un disparo en un glúteo y de esa manera lograron detenerlo y poner a resguardo a las mujeres, escena que quedó grabada en video por una “bodycam” ubicada en el chaleco del efectivo, que es prueba clave de la causa.
Fuente: Télam