En la jornada de hoy, regresaron a General Pico los dos bomberos voluntarios que formaron parte de la brigada forestal de La Pampa desplazada a Neuquén. Se trata del sargento Federico Ruiz Carrasco y el cabo primero Santiago Elizarriaga, movilizados por el Comando de Operaciones del Consejo Nacional de Bomberos Voluntarios y el Comando de Operaciones de La Pampa, quienes participaron activamente en la lucha contra los incendios forestales que afectan a la provincia patagónica.
Una experiencia inolvidable
Al llegar a General Pico, Federico Ruiz Carrasco describió la travesía como “una experiencia inolvidable” y recalcó la importancia de todo lo aprendido en Neuquén junto a bomberos de diferentes regiones del país.
“El aprendizaje que traemos, las enseñanzas, la gente con la que trabajamos… El factor humano fue impresionante. Era como trabajar con una gran familia, todos pendientes de cómo estaba el otro, si necesitaba hidratación o ayuda,” relató Federico.
Asimismo, subrayó que las distintas maneras de abordar el combate contra incendios en otras provincias les aportaron valiosos conocimientos que ahora podrán compartir en su propio cuartel.
Diez días intensos de lucha contra el fuego
Los bomberos pampeanos estuvieron un total de diez días en Neuquén, donde trabajaron jornadas de 8 de la mañana a 8 de la tarde, muchas veces con horas extra. El esfuerzo fue extremo: en algunas ocasiones, apenas pudieron dormir dos o tres horas por noche antes de retomar las tareas.
“Nos invocaron y nos desplazamos el miércoles pasado a la noche. Llegamos a un panorama bastante caótico. Había cabañas quemadas y mucho por hacer. Éramos conscientes de que no terminaríamos de apagar el incendio por completo, pero sí de avanzar todo lo posible en la contención,” detalló Ruiz Carrasco.
El cabo primero Santiago Elizarriaga agregó que, aun sabiendo que el fuego no se extinguiría en pocos días, la satisfacción provino de haber dejado los sectores asignados en situación de mayor seguridad.
El apoyo fundamental de la comunidad
La base de operaciones de la brigada pampeana estuvo en Junín de los Andes, desde donde se distribuían hacia diversos puntos, incluyendo el Parque Nacional Lanín y comunidades originarias. Elizarriaga agradeció de manera especial la calidez con la que fueron recibidos:
“La gente nos aplaudía cuando volvíamos a la base. Farmacias que te daban todo sin cargo, vecinos que te frenaban en un semáforo para ofrecerte comida o bebida… Se sentía ese apoyo constante que, lejos de casa, nos llenó el corazón,” comentó.
Además, recordó que durante la misión tuvo que pasar su cumpleaños lejos de su familia, pero gracias a la camaradería de sus compañeros sintió el afecto necesario para sobrellevarlo.
Reconocimiento y gratitud
Tras completar con éxito su colaboración en la contención de los incendios, tanto Ruiz Carrasco como Elizarriaga se mostraron agradecidos con su institución en La Pampa por brindarles todo lo necesario para llevar adelante esta tarea de manera segura, y con sus familias por el apoyo incondicional a pesar de la preocupación:
“Ellos se quedaban sin saber dónde estábamos la mayor parte del día, con poca señal de internet para comunicarnos. Sin embargo, nos enviaban fuerzas y oraciones para que volviéramos bien,” expresó Elizarriaga.
Fuente: InfoPico