El martes se cumple el plazo de 10 días otorgado por la Corte Suprema a Mendoza para responder a la denuncia de La Pampa por no cumplir con el fallo que ordena liberar 3,2 metros cúbicos por segundo de agua del Río Atuel. El gobierno pampeano ha señalado casos de sobreriego en campos mendocinos, la construcción de 100 reservorios y hasta el desvío de agua hacia una bodega privada. Mendoza argumenta que la prolongada sequía ha reducido su disponibilidad de agua. La Pampa insiste en que se realicen las obras necesarias para cumplir con el fallo.
Sergio Marinelli, superintendente de Irrigación de Mendoza, explicó en un artículo publicado el sábado que la Corte ordenó acordar un caudal de 3,2 m³/s y que la disputa se centra en si debe ser alcanzado mediante obras o acciones inmediatas. “La Nación no ha dispuesto presupuesto, pero Mendoza sostiene que son necesarias obras para liberar ese caudal. El agua disponible en Mendoza no es suficiente para las necesidades productivas del oasis”, dijo a Clarín.
Marinelli argumentó que este año no ha sido tan excepcional en términos de disponibilidad de agua, y que aunque parece haber más agua, la cantidad sigue siendo insuficiente debido a más de una década de sequía extrema. Añadió que la cantidad de hectáreas irrigadas en la cuenca del Atuel es de unas 52,000, pero la demanda de los cultivos apenas se ha cubierto.
El funcionario explicó que el lecho del río es arenoso y ancho, lo que dificulta la llegada del caudal necesario a La Pampa. Aunque comenzaron a erogar casi 5 m³/s, la sequía prolongada hizo que mucha agua se absorbiera en el suelo seco.
Para lograr un caudal permanente, Marinelli afirmó que son necesarias inversiones y obras conjuntas entre las dos provincias y la Nación. Si toda la cuenca mendocina del Atuel regara las hectáreas disponibles, la falta de agua impediría cubrir todas las necesidades, un punto que Mendoza presentará ante la Corte Suprema.
Mendoza propuso un plan de obras que incluye la impermeabilización del cauce del Atuel para aumentar la eficiencia del sistema. Marinelli calificó las demandas de La Pampa como inviables, argumentando que sería necesario secar la mitad del oasis mendocino para cumplirlas.
Respecto al desvío de agua hacia una bodega privada denunciado por La Pampa, Marinelli explicó que se trata de prácticas agrícolas normales como el lavado de suelos salinos, necesarias cada pocos años. Aclaró que la antigua bodega mencionada ahora es una aceitera que riega 1500 hectáreas de olivos con riego tecnificado, pero que también ha tenido que reducir su área de cultivo debido a la falta de agua.
En el oeste pampeano, el intendente de Algarrobo del Águila, Oscar Gatica, señaló que el río Atuel ha vuelto a fluir y que Mendoza no tuvo más remedio que liberar el agua debido al exceso acumulado en sus diques. Esto ha permitido que las napas se recuperen y que la gente disfrute nuevamente de la costanera local. Gatica espera que las nevadas continúen para mantener el caudal en verano y destacó los problemas de salinización de las napas causados por la retención de agua, afectando tanto a los animales como a las familias.
Gatica afirmó que esta situación demuestra que Mendoza puede cumplir con el fallo de la Corte Suprema y que la cuenca no está en déficit, lo que permitiría prever un verano con agua en el oeste pampeano si las condiciones actuales persisten.