El Comité Capital de la Unión Cívica Radical manifestó su enérgico rechazo a la implementación de la Revisión Técnica Obligatoria (RTO) en Santa Rosa.
“Nos preguntamos si esta medida no es una estafa a la ciudadanía, porque lejos de constituir una herramienta preventiva de accidentes viales, se ha convertido en un mecanismo meramente recaudatorio que perjudica a los ciudadanos santarroseños, incluso a pueblos vecinos, o de otras provincias, privando de la libre circulación por la capital provincial”, expresaron en un comunicado.
Resulta alarmante que el Intendente insista en imponer un taller para la RTO sin contar con la debida autorización oficial, verificación que solo sirve para el ámbito local, lo cual no hace más que alimentar los rumores sobre posibles intereses económicos vinculados a la propiedad del mismo.
La falta de transparencia y la actitud soberbia del Ejecutivo municipal reflejan una preocupante desconexión con las necesidades y prioridades de los vecinos.
Es triste y preocupante que los santarroseños perciban esta medida como una decisión arbitraria y autoritaria, sustentada más en la codicia recaudatoria que en un verdadero interés por la seguridad vial. Incluso en el seno del oficialismo, los propios concejales han mostrado dudas y descontento respecto a la continuidad de esta polémica medida.
El año pasado, las movilizaciones en contra de la RTO fueron un claro mensaje de la comunidad, y estamos seguros de que esas manifestaciones se repetirán si el Ejecutivo municipal persiste en su postura inflexible. ¿Hasta cuándo el Intendente ignorará la voz del pueblo y las opiniones técnicas que cuestionan la validez y la eficacia de esta implementación?
Desde el Comité Capital de la Unión Cívica Radical reiteramos nuestro llamado al Ejecutivo municipal para que reevalúe esta decisión, priorizando el bienestar y la seguridad de los santarroseños por sobre intereses económicos o partidarios. Es fundamental que las políticas públicas sean construidas con transparencia, consenso y un verdadero compromiso con el interés general, no con imposiciones que solo generan malestar y desconfianza.