Un policía fue condenado a seis meses de prisión en suspenso por ser autor de lesiones leves, agravadas por haber sido infligidas abusando de su cargo como miembro integrante de la fuerza policial de esta provincia. En cambio lo absolvieron por el delito de autoridad.
La sentencia fue dictada hoy por la jueza de audiencia santarroseña, Alejandra Flavia Ongaro, quien con las pruebas reunidas durante el juicio oral, dio por probado que una noche, el agente Marcos Sebastián Goñi, cumpliendo funciones en la Seccional Cuarta, agredió físicamente a un trabajador de la empresa de limpieza de la Casa de Gobierno.
El hecho que desencadenó esa conducta fue una recriminación del imputado a la víctima por no tener colocado presuntamente el tapabocas, como medida sanitaria a raíz de la pandemia por coronavirus. El agredido fue hasta la oficina de Goñi para aclarar la situación. La charla comenzó en forma normal, en el pasillo interno de la dependencia policial, pero luego el agente fue tornándose agresivo. Ello incluso quedó reflejado en un video.
Goñi, de 42 años, quiso salir al exterior del pasillo, el trabajador se negó, y esa resistencia generó que el policía reaccionara violentamente; tomándolo por el cuello y empujándolo contra una pared, lo que le produjo lesiones en el cuerpo. Todo ello a pesar de que un superior en un momento lo había separado y obligado a reingresar a la seccional. Pero Goñi salió nuevamente para continuar pegándole al damnificado.
Durante los alegatos de cierre, el fiscal general Guillermo Sancho pidió 10 meses de prisión en suspenso, e inhabilitación especial por el doble de tiempo para ocupar cargos o empleos públicos, por abuso de autoridad y lesiones leves agravadas por haber abusado de su función o cargo cuando el imputado era miembro integrante de la fuerza de seguridad policial; teniendo en consideración la falta de antecedentes penales
El querellante particular, Nicolás Casagrande Lorences coincidió con la calificación legal del Ministerio Público Fiscal y solicitó un año de prisión de ejecución condicional. La defensora oficial, Paula Arrigone, planteó que a Goñi le correspondía el beneficio de la duda y requirió la absolución.
Ongaro dijo que las lesiones quedaron probados, pero no el abuso de autoridad porque no hubo “modo alguno de encuadrar” en alguna norma qué no hizo o no ejecutó el acusado que expresamente debió hacer dentro de su órbita funcional.
Finalmente, la jueza señaló que no se apartó de la pena mínima de seis meses en suspenso porque “no existieron circunstancias agravantes”.