Una joven de 18 años presentó una denuncia ante el Ministerio Público Fiscal por presuntos apremios sufridos durante un procedimiento policial. La acusación apunta contra una mujer policía, a quien señala por golpes y maltrato dentro de la Seccional Segunda.
Según consta en la denuncia radicada el martes a las 9 en la Unidad de Atención Primaria, ante la fiscal adjunta Cecilia Beatriz Olivieri, los hechos ocurrieron el lunes 24 alrededor de las 3.30 de la madrugada, cuando la joven estaba junto a tres amigos en inmediaciones del Club All Boys, sobre la Ruta Nacional 35, tomando mate. En ese momento llegaron cuatro patrulleros de la Seccional Segunda y los efectivos les pidieron que se retiraran.
Dos de los amigos se fueron en motocicleta, mientras que al tercero le solicitaron documentación y, al no poder presentarla, le informaron que su moto sería secuestrada. La joven permaneció en el lugar sentada en su Mondial 110 cc, esperando a su amigo.
Cuando los policías le pidieron la documentación propia, presentó licencia de conducir y tarjeta del seguro. Para mostrar la cédula de identificación buscó en la aplicación Mi Argentina y luego en su galería, donde recordaba tener una captura. Según describió, pasaron unos diez minutos hasta que uno de los efectivos le indicó que el tiempo había terminado, que debía bajarse y que el vehículo sería retenido. Ella respondió que ya había presentado los papeles y pidió que esperaran a que encontrara la cédula. En ese momento escuchó que solicitaban la presencia de una mujer policía, por lo que decidió llamar a su padre.
Minutos después, la agente llegó y, según la denuncia, la tomó bruscamente de los brazos sin mediar palabra, la tiró al suelo y la moto cayó sobre su pierna. Luego le colocó esposas y la subió al patrullero. El padre de la joven, que ya estaba en el lugar, presenció la escena, al igual que uno de sus amigos. La joven aseguró haber sufrido moretones en la pierna derecha y en el brazo izquierdo.
Durante el traslado a la comisaría, la misma agente le ordenó que bajara la cabeza y, ante su negativa, le dio una cachetada para forzarla. Ya en la Seccional, fue llevada al baño, donde –según su testimonio– recibió una piña en la nariz y varias cachetadas más, en presencia de otra policía que también fue identificada.
La denunciante señaló que no fue revisada por personal médico y que quedó en libertad alrededor de las 5.30. Ese mismo lunes asistió al hospital René Favaloro por los dolores y fue atendida en la guardia. Presentó ante la UAP un certificado donde se constatan lesiones en el labio superior y hematomas en un brazo, sin daño óseo.
En paralelo, la Policía inició una causa por “resistencia a la autoridad” y labró un acta de comprobación que tramita en el Juzgado de Faltas municipal. La presencia de los móviles policiales respondió a los episodios de picadas de motos que se registran cada noche sobre la Ruta Nacional 35.

