Las centrales sindicales llamaron a una movilización este jueves en la capital pampeana en rechazo a la reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei, que ya comenzó a debatirse en el Congreso Nacional.

La convocatoria fue anunciada en una conferencia de prensa realizada en la sede de la CGT, con la participación de dirigentes de la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores. La concentración será a las 18:30 en la Plaza San Martín, donde se dará lectura a un documento conjunto, y a las 19 comenzará una marcha hacia la rotonda del Centro Cívico para luego regresar al punto de partida.

El secretario general de la CGT, Aníbal Schmidt, explicó que en los últimos días se trabajó para sumar el mayor respaldo posible a la protesta. “Invitamos a todos y todas los que se quieran sumar, a las pymes, a todos, porque lo que está pasando en nuestro país con la cuestión económica lo vemos reflejado día a día. Nos preocupa muchísimo la pérdida de puestos de trabajo, el cierre de comercios, pymes e industrias. Industrias que se van del país, y todo eso repercute directamente sobre los trabajadores”, sostuvo.

Schmidt afirmó que el escenario actual ya había sido advertido por el movimiento obrero. “Esto lo vimos hace dos años. Dijimos que si este gobierno se hacía cargo de la Argentina íbamos a tener este problema. Hoy estamos viendo la concentración en pocas manos y una apertura económica que hace que a muchos industriales les convenga más importar que producir, con menos trabajo y más exclusión”, agregó.

Defensa del empleo

El dirigente remarcó que el eje central de la protesta es la defensa del trabajo. “Ni siquiera estamos hablando de discutir salarios. Hoy estamos defendiendo los puestos de trabajo. El proyecto oficial de reforma laboral es nefasto, no solo para los trabajadores, sino para toda la sociedad. Hace caer los convenios colectivos, destruye la negociación colectiva y va a generar enormes problemas tanto para los trabajadores actuales como para los nuevos empleos”, advirtió.

También aclaró que el movimiento sindical no se niega a debatir cambios en el mundo laboral, pero cuestionó la forma y el contenido de la iniciativa oficial. “Una cosa es construir orgánicamente una nueva legislación laboral, algo que puede discutirse, y otra muy distinta es imponer un proyecto que hace desaparecer derechos históricos y convenios colectivos. Este proyecto es perjudicial para todos los sectores”, afirmó.

La secretaria general de la CTA Autónoma, Roxana Rechimont, señaló que desde el inicio del actual gobierno las tres centrales realizaron presentaciones y petitorios ante los representantes nacionales de la provincia. “Fuimos claros: cualquier proyecto que afecte derechos laborales debía discutirse con los trabajadores y trabajadoras. Eso no sucedió. Este gobierno impone o gobierna por decreto”, sostuvo.

Rechimont calificó a la iniciativa como un ataque directo a las conquistas históricas del movimiento obrero. “Esto destruye todo lo que conocemos, tanto en el sector público como en el privado y en los nuevos empleos. Ya vivimos una derrota en los años 90 con la pérdida de los convenios colectivos, pero esto viene a arrasar con todo. Si no ponemos la presión necesaria en las calles, no va a haber vuelta atrás”, advirtió.

Apoyo del gremio mercantil

A la protesta se sumó la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios. Su histórico dirigente, Armando Cavalieri, llamó a movilizarse en todas las ciudades del país contra la reforma laboral, a la que definió como un intento de “destruir los principios básicos del trabajo digno y poner en riesgo la paz social”.

Cavalieri alertó que el proyecto ataca los convenios colectivos y elimina derechos adquiridos como horas extras, vacaciones, aportes jubilatorios y financiamiento de las obras sociales, además de reducir indemnizaciones y profundizar la precarización laboral. “Se busca bajar el costo laboral reduciendo salarios, con la falsa promesa de generar empleo, cuando la política económica vigente solo ha demostrado su capacidad para cerrar comercios e industrias y empujar a miles de familias a la pobreza”, concluyó.