Cometió el delito el 26 de noviembre, fue detenido a las pocas horas y en apenas tres semanas fue condenado con prisión efectiva. Un hombre que ingresó a robar a un departamento, después de forzar una ventana, recibió hoy una pena de cuatro meses de prisión de cumplimiento efectivo –con declaración de reincidencia– por ser autor de un robo simple.
La sentencia de la jueza de control, María Elena Grégoire, contra Alberto Javier Juárez, fue dictada al homologar un acuerdo de juicio abreviado convenido entre el fiscal Facundo Bon Dergham, el defensor oficial Juan José Hermúa y el propio imputado de 39 años, quien aceptó su culpabilidad. La víctima, al detallársele sus alcances, no se opuso al acuerdo y pidió ser informada sobre cualquier decisión que se adopte sobre el acusado.
El esclarecimiento del hecho se produjo rápidamente. El miércoles 26 de noviembre, a media mañana, Juárez violentó el pestillo de una ventana e ingresó a un departamento de la calle Torroba, en Santa Rosa, por el patio. En ausencia del locatorio, sustrajo 70.000 pesos, una mochila, dos pares de zapatillas, un cargador de celular y un reloj.
El martes 3 de diciembre se radicó la denuncia. Ese mismo día, la fiscalía –a partir de una filmación– solicitó un allanamiento, Grégoire libró la orden y el acusado fue aprehendido. Al día siguiente Bon Dergham requirió la formalización de Juárez y en esa audiencia se dispuso su prisión preventiva por 15 días.
El jueves 12 las partes acordaron el abreviado, al día siguiente la jueza lo declaró admisible y extendió la preventiva y hoy se conoció la condena.
“De la denuncia inicial y su ampliatoria por parte del damnificado, surgió una descripción detallada de los bienes sustraídos y la narración sobre cómo ocurrió el hecho; aportando el relato que sirvió para iniciar la investigación y confirmar la existencia de un ilícito. Ello se complementó con las fotográficas y un croquis, mostrando el estado del lugar y el acceso forzado”, detalló Grégoire en el fallo.
La magistrada concluyó que “también se contó con un registro fílmico y el análisis comparativo (imágenes de redes sociales), donde se pudo advertir el momento en que el autor del hecho ingresó al domicilio. La identidad del imputado se corroboró a través de la comparación de las imágenes de las cámaras de seguridad con fotos públicas de las redes sociales. Estas constituyeron evidencias muy relevantes”.