El ministro del Superior Tribunal de Justicia, José Roberto Sappa; la jueza del Tribunal de Impugnación Penal, María Eugenia Schijvarger; la responsable de la Oficina de la Mujer y Violencia Doméstica, Marien Cazenave; y la secretaria de la Sala A del STJ, María Belén Bilbao, recibieron hoy sus certificados como graduados/as en la Diplomatura Judicial en Género que dictó la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El acto se realizó en la propia Corte y fue encabezado por su presidente, Horacio Daniel Rosatti, a quien acompañaron sus pares Carlos Fernando Rosenkrantz y Ricardo Luis Lorenzetti; la presidenta la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina (AMJA), Susana Medina; y la presidenta de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Jufejus), María del Carmen Battaini.
El curso fue creado por la OM de la CSJN y la AMJA para “ahondar en herramientas de resolución de conflictos, que garanticen la plena vigencia de los derechos fundamentales de las mujeres y que estén en consonancia con el deber del Estado de prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género”.
La diplomatura cursada por Sappa, Schijvarger, Cazenave y Bilbao se dictó por modalidad virtual desde mayo, contó con doce módulos y tuvo una carga horaria de 150 horas. Fue su segunda edición y estuvo proyectado a partir de la experiencia recogida durante la primera capacitación, que se llevó a cabo en 2021 y 2022.
Objetivos
El objetivo central de la capacitación fue “profundizar en herramientas que permitan el abordaje y la resolución de los conflictos que involucran cuestiones de género; es decir aquellas que garanticen la plena vigencia de los derechos fundamentales de las mujeres y que estén en consonancia con el deber del Estado de prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género”.
Este año el curso contó con la participación de más de 80 juezas, jueces y altos/as funcionarios/as de los poderes judiciales de la Argentina, permitiendo el desarrollo de profundos debates y discusiones internas acerca de las estructuras patriarcales y la perspectiva de género en la justicia.
En ese contexto el encuentro sincrónico fue particularmente enriquecedor porque permitió fundamentar, en tiempo real, opiniones y disidencias sobre un caso atravesado por la violencia económica y la maternidad en soledad.
Las metas específicas de la diplomatura fueron: a) analizar la historia de los feminismos, la conquista y ampliación de derechos, así como su impacto en el patriarcado; b) examinar la normativa constitucional e internacional y la legislación interna relativa a las cuestiones de género; c) evaluar los alcances de la igualdad efectiva, la no discriminación y la equidad; y d) reflexionar sobre cuestiones de género en los distintos ámbitos en que las personas interactúan y se relacionan, tal el caso de violencia doméstica, violencia y laboral, salud sexual y reproductiva, identidad de género, el impacto de las cuestiones de género en el derecho a la salud y el género y la criminalidad y el derecho de las familias, entre otras.
Además, otros temas que se trataron, tuvieron relación con garantizar el acceso a justicia, ver los procesos judiciales con perspectiva de género y fortalecer la recolección de datos estadísticos, que permitan la elaboración de políticas públicas más eficaces para asegurarles derechos a las mujeres.