En la tarde de este lunes con la entrega de seis viviendas se completaron las 108 que habían sido sorteadas para la ciudad de Santa Rosa en el marco del Plan Provincial “Mi Casa 2”, el cual es financiado en su totalidad por el Gobierno provincial.
Las personas que resultaron adjudicatarias de estas viviendas en primera instancia fueron impugnadas; por ello se verificó la situación y las mismas fueron sorteadas otra vez y otorgadas a estas familias que recibieron este lunes sus llaves. Además cada una fue beneficiada con una biblioteca del Programa Nacional “Libros y Casas”.
En el lugar estuvo presente el titular de Instituto Provincial de la Vivienda (IPAV), Jorge Lezcano, quien aseguró que “ratificamos lo dicho y lo que venimos haciendo. Le damos valor a la participación. Cuando hubo impugnaciones se trabajó desde el área de legales y se volvieron a sortear. Hoy cumplimos con las 108. Mañana martes ya comenzamos con otra tanda y así sucesivamente. Como dice cada vez tiene la oportunidad, el gobernador Sergio Ziliottto: “En La Pampa, se termina una vivienda e inmediatamente se comienza la construcción de otra”, enfatizó el funcionario provincial.
Recordó que “hubo muchos años en los que no se construyeron viviendas y eso hace que la ansiedad o la angustia que quien no sale sorteada aumente. Pero a ellos tenemos que decirles que ya estamos preparando acá en la ciudad capital, la licitación para comenzar con otras 120 de este Plan Provincial y ya tenemos las tierras preparadas para que próximamente nación nos autorice la licitación de 280 casas más que van a estar en este mismo barrio”.
“Hoy podemos decir que La Pampa ya tiene en marcha el circuito de la vivienda social y le tenemos que transmitir esta situación a la gente ya que en tiempos electorales se empiezan a cruzar los mensajes y la gente puede llegar a confundirse. Por eso decimos: en La Pampa la política de vivienda está en marcha”, cerró.
Lezcano juntos a las gerentas del IPAV, Erica Riboyra y Romina Montes de Oca, y el gerente Técnico, Mariano Ferretti, fueron a cada una de las flamantes viviendas donde los esperaban las respectivas familias, quienes luego de recibir ingresaron hacía donde, a partir de ahora, serán sus techos propios.