El geólogo Mariano Cáceres expuso en el Congreso Latinoamericano de Hidrogeología que se está desarrollando en Santa Rosa y brindó detalles de su investigación en curso, de gran importancia para La Pampa.
Mariano Cáceres, un geólogo uruguayo recibido en la Universidad de La República, con una maestría en Geociencias, brindó una exposición en el marco del Congreso de Hidrogeología que se está desarrollando en el Medasur.
La conferencia del científico se relaciona con la “Evaluación de índices de calidad de agua en presencia de arsénico como factor de riesgo crónico a la salud humana”, una problemática vinculada con la situación de La Pampa.
“Mi enfoque está en la geología médica, que estudia los efectos de los elementos geológicos en la salud humana. Por eso, estudio la relación que existe entre la presencia del arsénico en aguas subterráneas y la aparición de distintos tipos de cáncer”, explicó Cáceres, luego de su disertación de esta mañana.
“La base de la geología médica es tratar de que los datos geológicos naturales sirvan de base para estudiar efectos perjudiciales o beneficiosos en la salud. Hemos recopilado información sobre cáncer y arsénico, depurándolos, tratando de armonizar las unidades, generando una base de datos con la información que hay disponible”, aseguró Cáceres.
El trabajo se encuentra aún en elaboración y requiere de un enorme filtrado y procesamiento de la información. “Hay que tener la mente muy abierta y hacer una depuración porque muchas veces en una población que consume agua con altos niveles de arsénico hay más cáncer de piel, pero se debe determinar si esto no se produce por una mayor exposición al sol o por otra causa, antes de adjudicárselo al arsénico”, indicó.
El arsénico es un elemento del grupo de los metaloides que abunda en nuestro planeta, donde se encuentra tanto en el aire, el agua como en la corteza terrestre. Las formas inorgánicas del arsénico son altamente tóxicas para los humanos, y se ha relacionado la ingesta y la exposición al arsénico con un aumento en el riesgo de contraer determinados tipos de cáncer (de hecho, la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer lo cataloga como un compuesto del Grupo 1, es decir, forma parte de los 120 compuestos que se sabe que son carcinogénicos para humanos), además de estar relacionado con enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo II, entre otros. Por todo esto, el arsénico es un elemento que enciende las alarmas cuando uno habla de salud.
Cáceres está trabajando en un índice universalizable sobre la calidad del agua potable. “Hemos probado un índice que se utiliza en África y no es aplicable, porque no detecta el arsénico. La idea es desarrollar un índice con la mejor metodología posible para que sea realista. En este momento los resultados no son totalmente fiables”, señaló.
Si bien “la evidencia por los efectos de bajas dosis de arsénico todavía es controversial”, se sabe que “el riesgo de diabetes, enfermedades del corazón, problemas inmunológicos y cáncer puede incrementarse si el arsénico geogénico está presente en el agua subterránea incluso a bajos niveles”, reveló el científico.
El tema todavía está en estudio: “Los atlas médicos no profundizan en la influencia directa del arsénico con el cáncer, porque eso es objeto de estudio multidisciplinario. Hay muchas cosas para tener en cuenta: por ejemplo, si las causas no están vinculadas con el tipo de alimentación o con otra característica. También sabemos que todos los seres vivos se van adaptando a su ambiente, por ende, se supone que una comunidad que viene ingiriendo determinado tipo de agua desde hace muchísimos años va generando inmunidades que otras personas no tienen”, concluyó Cáceres.