El Directorio de la entidad se reúne esta semana para tomar una decisión ante la actual coyuntura económica.
El Directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) analizará esta semana una nueva rebaja de la tasa de política monetaria a partir de la desaceleración de la inflación.
Esta decisión impactará de lleno en la tasa de interés de los plazo fijo actualmente en el orden de 6% mensual que resulta negativa con relación a la inflación.
El Directorio de la entidad se reúne habitualmente los jueves y en esta ocasión el encuentro tendrá lugar un día antes que el INDEC dé a conocer la evolución de los precios de marzo.
Las estimaciones privadas sugieren que la inflación de marzo se ubicará por debajo del 13,2% de febrero. Para el ministro de Economía, Luis Caputo, sería del orden de 10%. Este nivel de desaceleración sería el motivo que provocaría una baja de la tasa de interés por parte del BCRA.
Un informe de la consultora Eco Go consideró que el BCRA puede impulsar una nueva baja de la tasa dada la forma en que forzó una caída en la tasa de las LECAP cuando en la última licitación aceptó sólo el 25% de las ofertas
Por otro lado, la fuerte compra de dólares que realizó en las últimas semanas fortalecieron las reservas del Banco Central, lo cual también argumenta a favor de una eventual baja de la tasa de interés.
Si bien hay discrepancias en la forma de la medición de las reservas –para la mitad de la biblioteca se estaría cerca del equilibrio, mientras que para la otra mitad aún están en negativo- lo concreto es que la compra de más de U$S 1.000 millones en tres días mejora las cuentas de la autoridad monetaria y le da mayor autonomía para la toma de decisiones.
Bajar la tasa de política monetaria de referencia implica además que se reduce la emisión de dinero para el pago de los pasivos remunerados del Banco Central –Pases a un día- que fueron los que reemplazaron a las Leliqs.
Un informe de la consultora Wise Capital pronosticó que el BCRA avanzará en una rebaja de tasa y sugirieron que eso puede inferirse porque los bancos recortaron la tasa de interés de plazo fijo a menos de 71% anual y porque bajaron la tasa de los préstamos a 86%, desde un 128% previo.