El presidente Alberto Fernández rechaza la suma fija que pide la vicepresidenta Cristina Kirchner para los trabajadores privados. En cambio, evalúan entregar un bono a algunos sectores.
El reclamo interno tomó más fuerza luego de que la ex mandataria reclamara el pago de esa suma en un acto con las seccionales de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) el viernes pasado.
Pese a la presión del kirchnerismo, el mandatario se resiste a realizar un aumento por decreto para los empleados formales. Fernández cree eso traería un perjuicio a las negociaciones paritarias que se están desarrollando, además de problemas para pagar los sueldos de los municipales.
El mes pasado, el Gobierno dijo que analizaba entregar un bono de entre $30.000 y $45.000 para compensar al sector privado por la pérdida de poder adquisitivo. La noticia la dio el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. Esto se frenó después del pedido de la Confederación General del Trabajo (CGT), que planteó que una suma fija afectaría las negociaciones salariales con las empresas.
“Los aumentos de suma fija generan un problema con los municipios que no pueden afrontar el incremento y alteran las paritarias en curso”, aseguraron colaboradores del presidente.
“De acá a fin de año a lo sumo puede haber algún bono para algún sector particular”, agregaron. Ese dinero estaría dirigido a jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
En tanto, la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, estaría analizando otras alternativas para ofrecer un refuerzo que compense la pérdida del poder adquisitivo por la escalada inflacionaria.
“Está en estudio. Este es un Gobierno no dogmático que ha aplicado incentivos de ese estilo cada vez que lo vio necesario”, declaró la funcionaria días atrás.