El presidente Alberto Fernández afirmó este domingo que “la mejor sociedad que podemos construir es la sociedad que amplía derechos”, llamó a “construir un futuro donde la desigualdad desaparezca” y aseguró que “nadie debe ser discriminado en función de su género”, al cerrar el Encuentro Federal de Concejalas e Intendentas organizado por la Federación Argentina de Municipios (FAM) en el Centro Cultural Kirchner (CCK).
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el martes 8 de marzo, y ante el auditorio femenino que colmó la Sala Argentina del CCK, el mandatario habló de educación, federalismo e igualdad de género y defendió sus políticas sanitarias durante la pandemia de coronavirus y el reciente acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Nadie debe ser discriminado en función de su género”, sostuvo el Presidente. Y añadió que le da “vergüenza” la cantidad de mujeres víctimas de violencia de género que hay en el país.
“La mejor sociedad que podemos construir es la sociedad que amplía derechos”, dijo en ese marco Fernández.
En otro tramo de su discurso hizo una fuerte defensa de la educación universitaria (enumeró todas las universidades creadas desde que Néstor Kirchner asumió la Presidencia) y de la educación pública.
“Hay quienes creían que ‘caer en la educación pública era una desgracia’, yo que soy hijo de la educación pública y solo le doy gracias al Estado nacional que me educó”, dijo el mandatario, que anunció que en breve volverá a dar clases en la Universidad de Buenos Aires.
También sostuvo que “no puede seguir pasando que alguien tenga que hacer 700, 800, 900 o mil kilómetros para encontrar una universidad donde educarse” porque no hay alguna cerca de su hogar.
“El conocimiento vale mucho, las sociedades más ricas no son las que tienen petróleo o litio” aseguró. “Son las que han desarrollado la educación, el conocimiento, la ciencia y la tecnología”, apuntó.
Y reafirmó en este sentido: “Todo lo que tenga que gastar en educación, ciencia y tecnología, lo gastaré feliz porque estoy invirtiendo en el futuro”.
El Jefe del Estado además habló del acuerdo con el FMI que la última semana envió al Congreso, al asegurar que no perjudicará el crecimiento del país.
“Algunos creen que es un fuerte condicionamiento, que nos va a frenar en los deseos colectivos. Yo negocié dos años para que eso no ocurra. Si hubiera seguido el consejo del que me decía que eso se arregla en cinco minutos, nada de esto sería posible”, aseveró.
En esa dirección, afirmó: “Hoy les estoy diciendo a ustedes que la infraestructura va a seguir creciendo, que la educación no va a caer, que la inversión en ciencia y tecnología se va a mantener, que la ayuda a los sectores más humildes seguirá en pie y que nadie va a doblegar nuestro deseo y definición de seguir creciendo. Lo puedo hacer porque discutí durante dos años con ese FMI que yo desprecio tanto como todos”.
Además, el mandatario hizo hincapié en que encontró “una deuda impagable” pero recordó que durante la pandemia se arregló “la deuda con los acreedores privados de unos 100.000 millones de dólares” y así “al cabo de 10 años nos ahorremos 38.000 millones de dólares que debíamos pagar de acuerdo a lo que firmaron quienes me antecedieron”.
En materia de coronavirus, sostuvo: “Me acusaron de las peores cosas, que los estaba envenenando”, pero remarcó que “entre los países de más de 30 millones de habitantes, la Argentina es el que más inmunidad logró vacunando a su gente”.
“Yo tenía una sola obsesión, que nadie que se enfermara careciera de la atención que necesitaba. Y eso lo cumplimos”, remarcó.