El ministro de Economía se lo anticipó al sector agroexportador. Busca fortalecer las reservas del Banco Central rumbo a las elecciones.
Ante la sequía de divisas en el Banco Central, el ministro de Economía, Sergio Massa, decidió prorrogar la vigencia del dólar soja hasta el 20 de octubre próximo, justo antes de las elecciones presidenciales.
Así lo confirmaron a Noticias Argentinas fuentes del sector agroexportador. El mecanismo estaba previsto que concluyera este sábado 30 de septiembre.
“El Ministerio de Economía informó que emitirá un nuevo Decreto para la extensión (bajo mismas condiciones) del programa de incremento exportador para soja hasta el 20 de octubre inclusive”, indicó una fuente de la agroindustria.
A diferencia de esquemas anteriores, esta cuarta versión del dólar soja no tiene un tipo de cambio fijo.
Lo que se hace es pedir que el 75% del contravalor de la exportación de las mercaderías se ingrese en divisas y se negocie a través del Mercado Libre de Cambios.
El 25% restante queda de “libre disponibilidad”, en general al tipo de cambio contado con liqui.
Un esquema similar se adoptó esta semana para la exportaciones de hidrocarburos, con el que el gobierno espera recaudar USD 1.200 millones. Es el “dólar Vaca Muerta”.
Massa había sondeado a productores sojeros de Rosario sobre cuánto stock hay para liquidar, antes de decidir este paso.
Es que si bien no hay mucha soja pendiente de liquidación, Massa busca rascar el fondo de la olla antes de las elecciones, para atenuar una escalada del dólar que esta semana quedó en evidencia.
El ministro-candidato busca llegar con alguna espalda al lunes posterior a las elecciones, cuando según el resultado podría haber más movimientos en el mercado cambiario.
La comercialización superó los 4,5 millones de toneladas en el marco de la cuarta edición del Programa de Incremento Exportador (PIE IV).
Desde que se puso en marcha el tipo de cambio diferencial para la soja el pasado 5 de septiembre, se negociaron 4.514.983 toneladas, de los cuales 3.059.600 correspondieron a contratos nuevos, mientras que los restantes 1.455.583 toneladas fueron fijaciones de precios de operaciones concretadas antes de la medida.