El nuevo arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, llamó este sábado a “no fomentar la profundización de la grieta” y pidió “hacernos cargo y no mirar para otro lado” ante “una realidad económica y social que duele y congela el alma”. Fue durante la misa de inicio de su ministerio pastoral que se desarrolló en la Plaza de Mayo, que contó con la participación del presidente Alberto Fernández, parte de su gabinete, dirigentes políticos y de diferentes ámbitos.
“Estamos llamados a reconocer que, entre nosotros, hay personas, familias, amigos que están sufriendo; que se sienten lastimados en su esperanza: las familias que siguen llorando a los más de 16 mil fallecidos por covid en la Ciudad; los ancianos abandonados o dejados de lado; quienes sufren adicciones, violencia en todas sus formas, angustia y pánico; quienes viven en situación de calle o en viviendas precarias, o tantos que hacen malabares buscando llegar a fin de mes”, dijo la autoridad.