Los créditos buscarán financiar a las empresas exportadoras de Brasil a un mayor plazo para intentar aliviar más de US$ 1.000 millones mensuales en importaciones desde ese país.
La Argentina y Brasil llegaron hoy a un acuerdo para financiar las importaciones del socio mayor del Mercosur, aunque todavía restan definir detalles.
El objetivo es reducir la demanda de divisas que mantiene en jaque las reservas del Banco Central argentino, para lo cual la administración de Alberto Fernández deberá aplicar garantías que restan definirse.
Según pudo saber Noticias Argentinas, se acordó un esquema de crédito con SIRA en reales. Se trata de un sistema de garantías sobre flujos futuros de Argentina de exportaciones incrementales y financiar importaciones este año.
La semana próxima habrá una nueva reunión de equipos económicos y una convocatoria a exportadores brasileños e importadores argentinos probablemente en la FIESP en San Pablo, para avanzar.
El eje central de la agenda bilateral fue retomar las líneas de crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil para financiar las importaciones de productos brasileños por parte de Argentina, mientras que el Gobierno también aspira a contar con fondos del banco de desarrollo para fondear parte de la obra del gasoducto de Vaca Muerta.
En un encuentro de más de tres horas en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia, el presidente Alberto Fernández y su par Luiz Inácio Lula da Silva analizaron las alternativas para brindarle una ayuda financiera a Argentina, en un contexto de escasez de reservas.
Los créditos buscarán financiar a las empresas exportadoras de Brasil a un mayor plazo, para intentar aliviar más de US$ 1.000 millones mensuales en importaciones desde ese país.
En la residencia presidencial brasileña estuvieron presentes el ministro de Economía, Sergio Massa, y su par brasileño Fernando Haddad.
La próxima semana Massa y Haddad volverán a reunirse para resolver las garantías necesarias.
“Queremos ayudar a financiar las exportaciones brasileñas” que compiten con los productos chinos, reconoció Lula en conferencia de prensa y dio a entender que todavía resta discutir las garantías.
De todas formas, el mandatario brasileño aseguró que promoverá la participación de la Argentina en los BRICS y que también intercederá ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por la comitiva argentina también participaron el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli; el canciller, Santiago Cafiero; y el jefe de Gabinete, Agustín Rossi.
Por la comitiva de Brasil, también estuvieron el viceministro de Economía, Gabriel Galípolo; el canciller, Mauro Vieira; y el asesor especial en asuntos internacionales de Lula, Celso Amorim.
En la reunión ampliada se sumaron el vicepresidente, Geraldo Alckmin, quien también es ministro de Industria y Desarrollo, y el titular del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), Aloizio Mercadante.
Si bien se tocaron temas que se encuentran en proceso de resolución, relacionados a ciencia, energía, defensa y seguridad, la urgencia fue conversar sobre las relaciones de intercambio comercial, y mediante qué mecanismos se pueden profundizar y agilizar.
Según confirmaron desde Brasil, se buscará dar créditos a más de 200 empresas brasileñas para que puedan exportar a Argentina.
Así, la Argentina no deberá apelar a dólares, sino que los pesos serán directamente convertidos a reales, financiados por el gobierno brasileño.
Sería un mecanismo compensatorio en reales y pesos, para no utilizar el dólar. Lo que resta definir son los plazos de compensación.
En enero, Haddad y Massa le habían dicho a los empresarios que buscaban que sea de 366 días, es decir, más de un año, para así funcionar como “puente” hasta que termine la sequía y esté en funcionamiento el gasoducto Néstor Kirchner.
Sin embargo, sería un sistema distinto al anunciado con China, en el cual se utiliza el swap para importar directamente con el uso de yuanes.
El caso de Brasil es distinto por la autonomía del Banco Central, por lo que se buscará que haya otros bancos que financien a las empresas brasileñas, como puede ser el banco de los BRICS, que preside la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
El gobierno argentino espera que de esta manera el comercio va a ir descomprimiéndose, dado que la Argentina no tendrá que disponer de reservas para realizar importaciones de más de US$ 1.000 millones por mes.