A siete días del choque que costó la vida a cuatro vecinos de Catriel, una masiva movilización recorrió las calles de la ciudad para exigir justicia y un cambio de carátula en la causa. La marcha fue encabezada por Justo Pastor Gutiérrez —único sobreviviente del siniestro— junto a su hijo José Luis y otros familiares directos de las víctimas.
El hecho ocurrió sobre la Ruta Nacional 22, entre Allen y Fernández Oro, cuando una camioneta Amarok conducida por Axel Araneda impactó contra la EcoSport en la que viajaban Liliana Cocuzza, su hija Carina y dos niños de 4 y 6 años. Todos fallecieron en el acto. Gutiérrez, que había descendido del vehículo para acomodar equipaje, sobrevivió con heridas leves.
En la última audiencia judicial, el abogado de la familia aseguró que las pruebas obtenidas apuntan de manera contundente a Araneda, a quien acusan de manejar alcoholizado y utilizando el teléfono celular. El imputado permanece detenido con prisión preventiva, y la querella sostiene que la tragedia fue “perfectamente evitable”.
La marcha, convocada por familiares y acompañada por una multitud, avanzó desde las 19.30 al grito de “Justicia”. Gutiérrez agradeció el apoyo de la comunidad y reclamó que la causa avance con firmeza. “Mi esposa, mi hija y mis nietos eran mi razón de vivir. Esto es un asesinato”, expresó ante los presentes.
La intendenta Daniela Salzotto participó de la movilización y llamó a sostener el reclamo. Recordó el compromiso social y profesional de Liliana Cocuzza, médica del hospital local, y remarcó que “esto no puede quedar impune”. También se sumó el mensaje del gobernador rionegrino Alberto Weretilneck, quien transmitió condolencias y se puso a disposición de la familia.
La movilización concluyó en un clima de respeto y profundo dolor, con un único pedido que resonó durante toda la jornada: justicia por Liliana, Carina, Luisina y Thiago.

