En el juzgado número 12 se investiga el testimonio de un denunciante que ofreció nombres de un “modus operandi” para captar personas. Fiestas en cruceros, otras en Córdoba y, hasta un testigo de identidad reservada. El juez Ariel Lijo instruye el expediente.
Una causa que se tramita desde hace más de dos años en fuero federal comenzó a tomar impulso en las últimas horas y tiene todos los ingredientes para convertirse en un verdadero escándalo.
Si el juez instructor, Ariel Lijo, comprueba algunos de los dichos de un denunciante y de un testigo de identidad reservada, saldrán a la luz nombres de empresarios, gente de la farándula y protagonistas del fútbol.
Según pudo averiguar la Agencia Noticias Argentinas, en la causa puede leerse la siguiente declaración: “…soy víctima de una organización criminal dedicada a la captación de menores, como de mayores, con fines de prostituirlas, como también de la distribución de estupefacientes a las mismas, existiendo muchas personas que no conozco su verdadera identidad, pero otras que sí, y que aparecen en escena mediante pseudónimos o nombres de fantasía”.
Por su parte, la Agencia Noticias Argentinas tomó contacto con los acusados y derivaron a sus abogados. Los defensores de los acusados coinciden que se trata de un intento de extorsión de parte del acusador que no tendría nada que perder, al contrario de lo que sucede con sus clientes, cuyo buen nombre y honor estaría en juego en estos momentos.
Las partes del expediente, principalmente el denunciante con nombre y apellido, están a la espera de si el juez Lijo decide avanzar con más medidas de prueba que podrían surgir de una nueva declaración que tomaría lugar durante la semana.
La suerte de un heredero de fortuna familiar, alto dirigente de club de fútbol de primera división, un reconocido empresario de la salud, un filántropo y personas reconocidas en medios de comunicación.
La causa
El denunciante explica que tanto él como otras personas quedaron “…inmersos en un círculo vicioso de extrema vulnerabilidad que se extendió temporalmente por varios años” y que no sólo les impidió que saliera del mismo, sino que también “suprimió la posibilidad de que denunciara de manera más temprana las maniobras de la que fui y aún continúo siendo víctima”.
Las supuestas fiestas sexuales en lujosas torres porteñas tendrían un combo de prostitución y drogas. En el expediente. la presunta víctima denunció “haber sido drogada en reiteradas oportunidades” luego que le hubieran suministrado un cóctel de drogas que los mismos acusados realizarían y suministrarían de manera simulada y engañosa a sus víctimas.
La acusación se extiende en el expediente al detestable cargo de trata de personas de “… niñas, menores, mujeres y hombres, y principalmente abuso sexual de menores, para después de la captación de ellos, vincularlos con las adicciones de estupefacientes, cuyo único fin es la trata, donde hay dos líneas de distribución de dichos menores como de mayores”.
Ya sea que el caso se defina a favor del denunciante, ampliando la instrucción o se resuelva la falta de mérito de la causa, terminando con los comentarios en torno a figuras de alto nivel adquisitivo del país, se le está pidiendo al juez federal Ariel Lijo que se expida cuanto antes para terminar con la incertidumbre que han provocado numerosos documentos y fojas de un expediente donde se tipifican delitos gravísimos contra las personas individuales.
Llegados a este punto, el denunciante ofrece mayores precisiones acerca de este delito. “…sobre los varones, se trata de facilitarlos a personas que tienen predilección sobre el sexo masculino, y sobre las mujeres mayores y menores, prostituirlas y volcarlas a grupos de personas que recurren a ellos con un fin deleznable, en la que los acusados no solo son partícipes de la contratación con otras personas, sino que también realizan abuso sexual con penetración de diversos tipos sobre ellos, una vez que son drogadas por cocaína y ketamina, sin importarles si es un menor de sexo masculino o sexo femenino”.
El relato de estos hechos denunciados se sostienen en el tiempo desde antes de la pandemia de Covid-19 y ahora la causa judicial podría concentrar la atención de la opinión pública mientras que para los abogados de los denunciados “sólo busca dinero manchando el buen nombre de personas que sólo trabajan para el bien de la sociedad en su conjunto”.