Debido al modelo Milei 2025 el comercio con el mundo dejará la mitad de dólares y tiembla el FMI

Antes de ser flexibilizado el cepo cambiario, hubo una fuerte suba en las importaciones (del 87,3%) frente a la caída en las exportaciones (del -12,4%). La balanza comercial de todo el año, a pesar de la corrección cambiaria, se encamina a una caída del superávit a la mitad desde los US$ 18.899 millones de 2024, y quedaría así […]

Antes de ser flexibilizado el cepo cambiario, hubo una fuerte suba en las importaciones (del 87,3%) frente a la caída en las exportaciones (del -12,4%).

La balanza comercial de todo el año, a pesar de la corrección cambiaria, se encamina a una caída del superávit a la mitad desde los US$ 18.899 millones de 2024, y quedaría así en US$ 9,000 millones.

El reporte, como es habitual, lo hizo Abeceb.com, que orienta el economista Dante Sica.

El primer trimestre de 2025 cierra con un superávit comercial acumulado de US$ 761 millones, que marcan una sustancial reducción respecto del superávit de US$ 4.401 millones que se había acumulado en igual plazo de 2024, en un contexto de desempeño exportador más magro y fuerte impulso importador dada la liberalización de las importaciones y la apreciación cambiaria.

Aun con la corrección del dólar oficial en el marco del nuevo régimen de bandas cambiarias, todo apunta a una significativa reducción del superávit comercial proyectado para 2025 respecto de lo observado en 2024.

El peso mayor de esta ralentización del saldo favorable en divisas lo ejerció el déficit del sector automotor, de US$ -590 millones, que duplicó al de un año atrás, debido a que se desembolsó 36% más en vehículos y partes, y apenas se mejoró 5,2% en los ingresos.

Y si bien la balanza comercial energética mostró un superávit de US$ 428 millones en igual mes (versus US$ +616 millones doce meses atrás), surge de una fuerte suba en las importaciones del 87,3%) frente a la caída en las exportaciones del -12,4%).

Otro factor que incidió fuerte en el exiguo resultado favorable del comercio exterior fue el déficit de -555 millones con el principal socio comercial, Brasil.

Facilidades para importar

La expectativa de una apertura importadora por efecto de un tipo de cambio aún relegado respecto de los precios internos y de las facilidades aduaneras que sustituyeron a la rigidez previa, compromete inclusive los cálculos del saldo de divisas provenientes del comercio exterior.

Hay que ver que, en particular, las importaciones se expandieron fuertemente debido al significativo incremento de las cantidades traídas (+47,5% anual), con una baja en los precios de 6,0%.

Todos los rubros de importación mostraron fuertes incrementos en cantidades, liderados por Vehículos Automotores de Pasajeros (106,2%), seguido por Combustibles y lubricantes (75,1%), Bienes de Consumo (72,7%), Bienes de Capital (70,9%), Piezas y Accesorios para Bienes de Capital (53,3%), y en menor medida, Bienes Intermedios (10,7%).

Los valores importados totalizaron US$ 6.006 millones y crecieron un 38,7% interanual en marzo, en línea con febrero (42,4%), pero mostrando un incremento importador mayor que enero y diciembre (25-26% en ambos meses).

Si bien se sigue comparando con una muy baja base (ya que la actividad económica tocó piso entre marzo y mayo del año pasado), se mantiene la tendencia de fuerte crecimiento en las compras externas, presionando sobre las cuentas.

En materia de ingresos, el Gobierno decidió bajar el porcentaje de retenciones de manera temporal y bajo la condición de que se liquide el 95% de lo declarado en un plazo de 15 días.

Si bien este escenario impulsó una venta satisfactoria en febrero de 2025, la liquidación de marzo registró una caída del 15% en la antesala de la cosecha gruesa.

La tensión cambiaria de los últimos días y la incertidumbre respecto de la continuidad del “carry trade” enciende las alarmas de los productores de granos, que se mantienen cautelosos.

Más ventas de Brasil

Un comportamiento que debe seguirse en las proyecciones es el de las importaciones desde Brasil, que anotaron una suba del 44,1% anual en el mismo mes (US$ 1.566 millones), traccionadas por un fuerte incremento en las compras de Combustibles y Lubricantes (129,1%), así como subas en de Vehículos Automotores de Pasajeros (112,7%), Bienes de Consumo (96,5%), y Bienes de Capital (78,7%), con aumentos de menor medida de Piezas y Accesorios de Bienes de Capital (18,3%) y de Bienes Intermedios (11,0%).

Esto apunta a una suba generalizada de las compras externas, aunque traccionadas por los combustibles (que subieron fuertemente en el agregado) y la industria automotriz, mientras que los insumos productivos (bienes de capital, intermedios, partes y piezas) tuvieron un comportamiento más heterogéneo.

Flojera del saldo

Todo el trimestre se caracterizó por ser muy flojo en materia de saldo a favor: enero US$ 162 millones, febrero US$ 275 millones y marzo US$ 323 millones, secuencia que se explica en que el valor exportado bajó de 2,5% interanual, y las importaciones subieron 38,7% anual.

Pese a que el cepo recién acaba de flexibilizarse, las compras al exterior se mantuvieron en máximos de dos años (sin estacionalidad), pero en el caso de las ventas afuera, se produjo la primera baja en los valores desde diciembre de 2023.

El fiel de la balanza, aunque se ubicó en la zona positiva, quedó bastante por debajo del valor que esperaba el mercado de US$ 858 millones, según el REM.

Asimismo, al igual que en los dos meses previos, se hubiera mostrado un déficit de US$ 174 millones si no hubieran mejorado los precios de las exportaciones: el índice de términos de intercambio creció un 8,3%, ya que el precio de las ventas creció un 1,8% y el de las compras cayó un 6,0%.

Tampoco acompañaron los resultados en relación algunos socios comerciales, y en marzo se exhibió un déficit con China de US$ 1.055 millones y uno con la Unión Europea de US$ 294 millones.

Hubo superávit con Estados Unidos (US$ 42 millones) y con India (US$ 180 millones).

Pero en líneas más generales, el país mostró un saldo negativo de US$ 508 millones con los países del Mercosur, ya que el balance de Paraguay (US$ -171 millones) neutralizó al de Uruguay.

El resto de América del Sur ofreció un superávit de US$ 529 M (principalmente gracias a US$ 261 millones en Chile.