La negativa de Manuel García Mansilla al pedido de licencia del juez de Comodoro Py sorprendió en Casa Rosada, donde aseguran que mantendrán el pliego del juez.
La manifiesta voluntad de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de rechazar el pedido de licencia solicitado por el juez federal Ariel Lijo generó desconcierto en el Gobierno que, hasta último momento, no conocía a ciencia cierta los movimientos de los magistrados ni estaba al tanto del accionar particular de Manuel García-Mansilla.
La decisión llegó a los medios antes de que Ricardo Lorenzetti firmara a favor del pedido del juez de Comodoro Py de asumir en el máximo tribunal sin renunciar a su actual cargo, lo que despertó perspicacia entre las filas libertarias.
“La votación aún no tuvo lugar”, repetía un importante funcionario al respecto, visiblemente molesto. Por los pasillos de Balcarce 50 había serias dudas sobre lo resuelto y hasta hubo quienes llegaron a pensar que se trataba de una operación de uno de los miembros.
La decisión, cuya resolución aún no está publicada ni oficializada, lleva la firma de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Manuel García-Mansilla, y fue filtrada mientras Lorenzetti se preparaba para firmar en disonancia al resto de los miembros.
El carácter extraoficial de la difusión confundió a varios en el Poder Ejecutivo, en especial el rumbo que adoptó por el magistrado que recientemente se incorporó al Máximo Tribunal, luego de que el presidente Javier Milei avanzara con su nombramiento a través del Decreto 137/2025.
Según supo la agencia Noticias Argentinas, el rechazo de a la solicitud de Lijo no fue comunicada previamente por García Mansilla, y generó ruido entre los que trabajaron para concretar el desembarco en la Corte de las dos propuestas enviadas por el mandatario.
Desde el entorno de la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, argumentaron que se trató de “demostración de la independencia de la Justicia que plantea el Gobierno”, y une ejemplo de que “no hay mayoría automática”. Pese a las ensayadas justificaciones, admitieron que no estaban al tanto de los pasos del flamante miembro de la Corte.
La nueva piedra en el camino para la designación de Lijo empantana su situación y lo enfrenta a evaluar la decisión de renunciar -o no- al juzgado federal 4 de Comodoro Py. “Es una decisión personal, lo que podíamos hacer ya lo hicimos. Ahora depende de él”, reveló una importante fuente la agencia Noticias Argentinas sobre el futuro del juez que, por estas horas, permanece incierto.
Por estas horas, lo único seguro es la garantía del Gobierno de insistir con el pliego que, prometen, no será retirado por lo que el pedido de renuncia al juzgado cobra fuerza.
Pese al mal trago, hay quienes se esperanzan con conseguir los votos necesarios en el Senado, un año después de haber enviado la propuesta. Si la Cámara Alta accede a tratar el pliego, y el oficialismo consigue los dos tercios necesarios, Lijo podría a ingresar a la Corte de manera vitalicia.
De los dos jueces elegidos por el Gobierno para abultar el número de miembros del Máximo Tribunal, Lijo fue el único que obtuvo dictamen favorable de la Comisión de acuerdos gracias a la firma de los peronistas Sergio Uñac (San Juan), Lucía Corpacci (Catamarca) y Claudia Abdala de Zamora (Santiago del Estero); también de Carlos Arce (Misiones), Juan Carlos Romero (Salta) y Carlos Espínola (Corrientes); del radical Eduardo Vischi (Corrientes); Beatriz Ávila por el PRO (Tucumán) y del oficialista Ezequiel Atauche (Jujuy).
Sin embargo, el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, principal alfil del asesor presidencial, Santiago Caputo, no logró alcanzar un acuerdo con el espacio que lidera la expresidenta Cristina Kirchner, para que el respaldo se materialice en la votación necesaria para su aprobación en el recinto.
El kirchnerismo apostaba a incluir el nombre del Procurador y las vacantes en 150 juzgados de todo el país dentro del paquete, lo que llevó al funcionario a retirarse de las negociaciones.