El Gobierno ya tiene listo el nuevo esquema de orden y control de importaciones, con trazabilidad en toda la cadena, para cuidar la salida de dólares de las reservas internacionales del país. Se llamará Sistema de Importaciones República Argentina (SIRA), y reemplazará desde el 17 de octubre al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI). Las SIMI ya aprobadas mantendrán su vigencia después de esa fecha.
Asimismo, también se definió sustituir al Sistema Integral de Monitoreo de Pagos al Exterior de Servicios (SIMPES) por el Sistema de Importaciones República Argentina y Pagos de Servicios al Exterior (SIRASE).
Al mismo tiempo, se creará una Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior, que le permitirá al Estado tener un monitoreo en tiempo real del flujo financiero y físico mediante un “tablero de control”.
En la medida trabajaron la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Dirección General de Aduanas (DGA) y la Secretaría de Comercio Interior. El Banco Central (BCRA) deberá instrumentar las normas en estos días mediante la emisión de nuevas comunicaciones.
El sistema de control de las importaciones persigue un orden hasta hoy inexistente en materia de comercio exterior. que fue señalado por la vicepresidenta Cristina Kirchner como un “festival de importaciones”. A la sobrefacturación de importaciones, producto de la brecha cambiaria, se le sumó el alquiler de cautelares en la Justicia para acceder a dólares oficiales por parte de cientos de empresas.
TRAZABILIDAD Y ORDEN DE IMPORTACIONES
En concreto, el SIRA incluirá un análisis de la Capacidad Económica Financiera (CEF) del importador y un perfil de riesgo aduanero y fiscal, para el que el Gobierno se valdrá de la base de datos (“radar”) de la Aduana.
El perfil de riesgo tomará en cuenta el “comportamiento” de la empresa en los últimos años; por ejemplo, si sobrefacturó importaciones (un delito) o abusó de medidas cautelares.
Otras novedades que presenta este sistema, que saldrá por resolución oficial entre el martes 11 y el miércoles 12, son las facilidades para las pymes y entidades civiles, que podrán acceder a las divisas para pagar las importaciones en apenas 60 días (2 meses) desde que llega la mercadería, frente a los 180 días actuales.
De la misma forma, las importaciones cursadas por compañías que no requieran acceso al Mercado Único Libre de Cambios (MULC) también tendrán facilidades -los que no le pidan dólares al BCRA, porque utilizan los propios o los traen del exterior mediante un “blanqueo”- en el proceso.
Las medidas del Gobierno, aseguran en los despachos oficiales, apuntan a “ordenar el esquema y dar previsibilidad al importador para que sepa la fecha en que se habilitará el acceso y el giro de los dólares”.