En la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina, los principales referentes del consumo masivo dejaron un diagnóstico que encendió alarmas: no esperan una recuperación del mercado interno el año próximo. “Espero un 2026 peor que este”, afirmó el CEO de una reconocida firma de panificados, reflejando el clima general entre los ejecutivos.
Según datos oficiales, el consumo masivo continúa estancado y se ubica alrededor de diez puntos por debajo del nivel registrado en 2023. La preocupación se siente dentro del propio gobierno: “Si el consumo no levanta vamos a estar complicados en 2027”, admitió un alto funcionario libertario citado por La Política Online.
La caída ya golpea a las principales compañías de alimentos. Arcor informó ganancias netas por $97.772 millones en su último balance, muy por debajo de los $378.245 millones del mismo período de 2024. Molinos Río de la Plata acumuló pérdidas por $37.403 millones entre enero y septiembre de 2025, revirtiendo los resultados positivos de 2023 y 2024. Mastellone, dueña de La Serenísima, también mostró números en rojo: perdió más de $20.000 millones en los primeros nueve meses del año, tras haber obtenido ganancias por $66.985 millones en igual período de 2024.
El sector empresarial no confía en que el crédito pueda revertir el escenario. Señalan que podría impulsar parcialmente la compra de bienes durables, pero no el consumo cotidiano de alimentos y productos básicos, especialmente por el elevado endeudamiento de las familias. Tampoco ven un impacto relevante en la apertura importadora: “Tiene poca incidencia en góndola y no son mucho más baratos”, evaluó uno de los ejecutivos.
Los empresarios remarcan que casi todo el sistema alimentario está indexado al dólar, ya sea por su origen en commodities o por los insumos importados necesarios para la producción. Aun así, reconocen que, ante la falta de ventas, las empresas no han podido trasladar a precios la suba cambiaria —más del 20% en lo que va del año—, absorbiendo el incremento de costos y erosionando los márgenes de rentabilidad. “Ese eslabón no resiste más, igual que los salarios”, sintetizó uno de los referentes del sector.
El panorama para 2026, advierten, se perfila complejo si no se reactiva el poder de compra de la población.

