El Banco Central confirmó que a partir del 1 de enero de 2026 el tipo de cambio operará bajo un esquema de bandas de flotación que se actualizarán según la inflación, una decisión alineada con las exigencias del Fondo Monetario Internacional y presentada como parte de la nueva fase del programa monetario del Gobierno nacional.
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, aseguró que la actual gestión fue la que más dólares compró en términos históricos, aunque reconoció que las reservas se vieron afectadas por el pago de vencimientos durante el período. “Compramos más dólares que ninguna otra administración”, afirmó durante una conferencia de prensa en la sede de la entidad, acompañado por el director Federico Furiase.
Bausili sostuvo que la acumulación de reservas no implica necesariamente una suba del tipo de cambio y explicó que las intervenciones responden a la demanda de dinero de la economía. En ese marco, defendió el nuevo régimen cambiario y aseguró que el sistema de bandas ajustadas por inflación “es el mejor régimen posible para las circunstancias actuales”.
El funcionario explicó que la actualización de las bandas no garantiza una devaluación automática, sino que introduce mayor flexibilidad al sistema cambiario. Según indicó, el objetivo es acompañar una etapa que el Gobierno define como de crecimiento económico y remonetización de la economía.
Respecto al acuerdo con el FMI, Bausili remarcó que el programa es definido por el Ejecutivo nacional, aunque reconoció una coordinación permanente con el organismo. “El FMI nos acompaña y aconseja, pero nosotros somos los dueños del programa”, afirmó, y anticipó que la próxima revisión se realizará a mediados de febrero de 2026.
Desde el Banco Central detallaron que, a partir de enero, se pondrá en marcha un programa de acumulación de reservas internacionales consistente con la evolución de la demanda de dinero y la liquidez del mercado cambiario. Según las proyecciones oficiales, la base monetaria pasaría del 4,2% al 4,8% del PBI hacia fines de 2026, lo que permitiría compras de divisas por unos 10.000 millones de dólares, con la posibilidad de alcanzar hasta 17.000 millones si aumenta la demanda de dinero.
El BCRA precisó que las compras diarias se alinearán con una participación del 5% del volumen del mercado de cambios, y que también podrá realizar operaciones en bloque para evitar distorsiones, en un contexto de fuerte volatilidad en el volumen operado.
En paralelo, la entidad confirmó la continuidad del proceso de normalización gradual de los encajes bancarios, con el argumento de sostener la estabilidad de precios y favorecer la recuperación del crédito al sector privado. El Banco Central anticipó un ciclo de expansión de la actividad económica, apoyado en incentivos de mercado para la inversión, las exportaciones y el consumo, aunque manteniendo un sesgo monetario contractivo para contener la inflación.
El Fondo Monetario Internacional respaldó públicamente la nueva fase del programa monetario y cambiario. La vocera del organismo, Julie Kozack, celebró el regreso de la Argentina a los mercados internacionales de deuda y destacó las medidas orientadas a fortalecer el marco monetario, recomponer reservas y avanzar en reformas estructurales. El apoyo se da en un contexto en el que el FMI continúa presionando por una mayor acumulación de divisas y considera desafiante la meta comprometida por el Gobierno para el cierre del año.

