El Gobierno Nacional avanza con la venta de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), en el marco de las privatizaciones habilitadas por la Ley Bases. La estrategia busca que la empresa pase a manos privadas mediante un esquema mixto: una parte de sus acciones se ofrecerá en la Bolsa, mientras que otra se licitará.
El presidente de la compañía, Alejo Maxit, ya presentó un informe sobre la situación de la empresa al ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, quien junto a la Agencia de Transformación de Empresas Públicas está revisando los aspectos técnicos previos al anuncio oficial.
Un modelo que evitaría la reestatización
El objetivo del Ejecutivo es garantizar que AySA no pueda volver a ser estatizada en el futuro, como ocurrió con YPF y Aerolíneas Argentinas. Para ello, se plantea que el Estado se retire completamente de la firma, de manera progresiva, dejando las acciones en manos de múltiples inversores privados.
A pesar de la venta, el Gobierno mantendrá en su poder los terrenos, bienes, instalaciones, maquinarias y vehículos, que serán concedidos a los nuevos operadores, replicando el esquema previsto para Trenes Argentinos.
No formarán parte de la privatización el 10% de las acciones que pertenecen a los empleados.
Privatización en marcha
Si bien aún no se ha definido una fecha exacta para el llamado a licitación, fuentes cercanas al proceso aseguran que el decreto de venta debería salir en las próximas semanas, como ya ocurrió con Intercargo, la empresa de servicios aeroportuarios que el Gobierno oficializó como privatizable el martes pasado.
En la web oficial de AySA, ya se ha creado un apartado específico donde se informará sobre los avances del proceso y los requisitos para los interesados en participar.
El plan de privatizaciones del Gobierno
La Ley Bases habilitó la privatización total de Enarsa e Intercargo, mientras que en el caso de AySA, Belgrano Cargas, SOFSE y Corredores Viales, se permitirá la participación privada con posibilidad de concesión.
Además, se abrió la posibilidad de recibir capitales privados en Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA) y el complejo de Yacimiento Carboníferos Fiscales.
Con este avance, la gestión de Javier Milei busca reducir la presencia estatal en empresas públicas, en línea con su política de ajuste y desregulación del sector.