El gobierno de Javier Milei dispuso un aumento en el precio mayorista del servicio eléctrico y, a partir de febrero, habrá subas en las tarifas de luz de hasta un 120% para los sectores de mayores ingresos.
Según dispuso la Secretaría de Energía, a cargo de Eduardo Rodríguez Chirilo, a través de la Resolución 7/2024, publicada este lunes en el Boletín Oficial, se trata de un fuerte incremento en uno de los componentes de la tarifa total, que impactará solamente sobre los usuarios residenciales que están catalogados como “Nivel 1” de la segmentación, que representa aproximadamente a un 30% del total de los hogares, y que renunciaron o no pidieron los subsidios a la energía.
Mientras tanto, “para evitar impactos bruscos”, especifica la resolución, continuará por tres meses más, hasta mayo, el congelamiento para los usuarios de “Nivel 2” (ingresos bajos) y de “Nivel 3” (ingresos medios), “hasta tanto se ponga en vigencia el nuevo sistema de subsidios que considerará la capacidad de pago de cada consumidor”. Estos segmentos mantendrán más del 90% del costo con la subvención estatal.
En la disposición, el Gobierno enumeró una larga lista de motivos que lo llevaron a tomar la decisión de subir el precio mayorista, entre los que se destacan la política de la gestión de Alberto Fernández de, aseguran, “no transparentar los costos reales del suministro eléctrico, provocando graves trastornos en el crecimiento y funcionamiento del sistema”.
También se amparó en la declaración de la emergencia del Sector Energético Nacional dispuesta 16 de diciembre del año pasado, seis días después de la asunción de la administración libertaria, y que tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de este año.
En este sentido, desde el Gobierno remarcaron que la decisión va en línea con “la necesidad de adoptar medidas urgentes para poner fin al déficit fiscal” y agregaron que “el sector energético resulta central para la reversión de la situación de crisis que atraviesa el país”.
“La política de mantener un esquema de subsidios generalizados y crecientes en el tiempo, implementada a través de los Aportes del Tesoro, resulta incompatible con la situación financiera por la que atraviesan las cuentas públicas, por lo cual deviene imposible el mantenimiento de los aportes del Tesoro Nacional que funcionaron como un subsidio generalizado a toda la demanda implementada por las Administraciones anteriores”, remarcaron.
Esta medida va de la mano con lo que el Gobierno acordó con el Fondo Monetario Internacional en la séptima revisión del acuerdo con la Argentina, con la promesa, desde el Ejecutivo, de aumentos del 200% en las tarifas de electricidad y del 150% en las del gas. Esto, mientras busca reducir los subsidios energéticos en 0,5% del Producto Interno Bruto.
En 2023, los subsidios representaron el equivalente a 2,1% del PIB, de los cuales la energía sumó 1,6 puntos porcentuales, aproximadamente unos U$S9.683 millones de dólares, según calculó el FMI y la consultora Economía & Energía. La meta para 2024 es disminuirlos hasta 1,3% en general y 1,1% en energía, respectivamente.
Sin embargo, y pese a que está confirmado por Boletín Oficial porcentaje del aumento, todavía resta conocer cuál va a ser el impacto real de la suba mayorista en la tarifa final de los usuarios residenciales, en medio de la escalada inflacionaria, del 25,5% en diciembre pasado, un número que sería similar, aunque menor, en el dato que divulgará el INDEC respecto a enero.