La compañía anunció que no podrá pagar vencimientos por unos US$ 10 millones hasta marzo. Qué está pasando.
Gustavo Grobocopatel, el denominado “rey de la soja”, salió a despegarse del sorpresivo anuncio de default realizado por la directiva de su creación Los Grobo Agropecuaria, que genera preocupación entre los acreedores.
Se trató de un nuevo default del sector que activó alarmas, ya que Los Grobo, la empresa que desarrolló Grobocopatel, no saldó un pagaré bursátil de US$ 100.000, que venció el 26 de diciembre, y avisó que cancelaría los pagos de ese tipo de obligaciones hasta el 31 de marzo, por un total de US$ 10 millones.
Allegados a Grobocopatel salieron a aclarar que él desde hace ocho años es un socio minoritario (5%) y está “fuera de la operación” de la empresa.
En tanto, representantes del fondo Victoria Capital Partners (VCP), un grupo inversor de capitales mayoritariamente estadounidenses y canadienses, explicaron que la refinanciación para el agro entró en crisis a partir del 28 de noviembre, luego de que Red Surcos, la otra gran empresa agropecuaria afectada, entró en default por no poder refinanciar pagarés bursátiles.
Esto activó una mayor desconfianza en un escenario ya de por sí golpeado por la baja de precios de los granos, costos dolarizados y retenciones, que redujeron drásticamente los márgenes de rentabilidad de toda la cadena agropecuaria.
Representantes de Los Grobo indicaron que durante diciembre fue complicándose cada vez más la renovación de vencimientos de corto plazo.
Por ello, prefirieron defaultear hasta la próxima cosecha, cuando volverán a ingresar fondos propios del agro, sin depender de financiamiento ajeno al sector.
Desde Victoria Capital señalaron que tanto los negocios de Los Grobo -abocada a la siembra y, cada vez más, a la comercialización de granos- como el de su controlada Agrofina –venta de insumos- “ son “sanos” y adjudicaron el default a una “iliquidez financiera transitoria”.
Pero la drástica medida genera preocupación sobre la operatoria de los “pagarés bursátiles”, una herramienta más sencilla que las Obligaciones Negociables (ON), reguladas por organismos de control como la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En un escenario complicado, la CNV denunció públicamente a Red Surcos por la presunta comisión del delito de engaños a inversores.
Los pagarés bursátiles surgieron en un momento en que eran una buena inversión para los financistas. Las empresas del agro, especialmente las que venden insumos, los utilizaron para financiar a los productores afectados por la sequía, como una manera de aliviar los abundantes stocks de insumos.
Pero ese mercado se achicó de 4.100 a 3.000 millones de dólares anuales, y explica parte de este presente complejo.
Especialistas advierten que el mercado financiero está expresando, desde hace un mes, que “la macroeconomía argentina no está diseñada para que el campo sea rentable en este momento difícil y están redirigiendo la plata con la que antes financiaban al agro hacia otras inversiones”.
El menor respaldo del sector agropecuario, que viene de años con malos resultados y ahora va camino a una cosecha abundante en volumen pero poco rentable, provocó esta crisis, mientras crece el temor de que esta crisis genere un efecto dominó que derive en más cesaciones de pago.
Si bien por ahora todo se canalizó a través de la CNV, el Gobierno sigue en detalle esta crisis y prevé mantener contactos con referentes claves del sector agropecuario para tratar de determinar hasta dónde llegan las dificultades.