El salario registrado, que incluye a trabajadores del sector público y privado, aumentó un 2% en octubre, mientras que la inflación fue del 2,3%, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). La diferencia volvió a golpear el poder adquisitivo y consolidó una nueva pérdida real de los ingresos.
De acuerdo con una medición de Ámbito, en el conjunto del gobierno de Javier Milei los trabajadores registrados acumulan una caída del 5,77% en su poder de compra. El impacto es mucho más fuerte en el sector estatal, donde los salarios reales ya retrocedieron un 14,4% desde noviembre de 2023.
Si se observa el desempeño de 2025, entre enero y octubre los salarios registrados subieron un 24%, mientras que la inflación acumulada alcanzó el 24,8%. En ese período, la pérdida real fue del 0,66%. Los sueldos del sector privado, que habían logrado empardar el nivel de poder adquisitivo del final del gobierno de Alberto Fernández, ya muestran una baja del 0,92% real. En contraste, los salarios públicos nacionales se desplomaron un 14,4%.
Según explicó el economista Luis Campos, los trabajadores públicos provinciales perdieron menos poder adquisitivo que los nacionales, con una caída estimada en torno al 6,6%. “En el último año el salario real de los trabajadores registrados no tuvo mayores saltos. Se estabilizó en los niveles más bajos de la última década, con caídas de alrededor del 20% en el sector privado y del 34% en el sector público, si se compara con el promedio de 2017”, señaló.
Informalidad en aumento
El deterioro salarial se da en un contexto de crecimiento sostenido de la informalidad laboral. Según datos del Indec, un trabajador no registrado gana en promedio un 57% menos que uno en blanco.
Durante el tercer trimestre del año, los trabajadores informales percibieron ingresos mensuales promedio de $535.802, mientras que los registrados alcanzaron los $1.247.462. Además, el 43,3% de los ocupados trabaja sin aportes jubilatorios, el nivel más alto desde que el Indec elabora la nueva serie estadística.
El fenómeno se profundiza: del total de nuevos empleos creados en el último año, el 84% corresponde a puestos informales. En la actualidad, el mercado laboral argentino se compone de aproximadamente 13 millones de trabajadores formales y 9 millones informales, con una creciente participación de monotributistas.
Entre los ocupados no registrados, el 53% gana menos de $422.837 mensuales, en general en empleos de menor calificación, subocupados o vinculados a changas y plataformas de reparto o transporte. Entre los trabajadores registrados, el 54% percibe menos de $1.000.000 mensuales. Si se suman ambos universos, el 70% de las personas ocupadas cobra ingresos por debajo de ese monto.